Con la llegada del frío llegan los resfriados, las congestiones nasales, la sinusitis y las gripes.
Hay una gran cantidad de remedios que nos venden en las farmacias que prometen algún alivio, pero en el caso de la sinusitis por ejemplo, no resultan muy efectivos.
La sinusitis es un problema muy molesto que se da cuando se inflaman, se infectan o congestionan las vías respiratorias.
Normalmente los senos nasales dejan pasar el aire, pero cuando estos se inflaman puede producir un dolor tan fuerte que llegan a dolernos hasta los ojos.
Uno de los tratamientos es la cirugía, pero no siempre pasar por el quirófano resuelve el problema en su totalidad.
Suerte que di con estos remedios naturales que me funcionaron de maravilla.
La sinusitis puede darse por varias causas: por una gripe mal curada, debido a la contaminación ambiental, una infección o simplemente por cuestiones genéticas.
Pero afortunadamente, tiene solución con estos jarabes caseros. Hoy te voy a enseñar a preparar dos, uno a base de ajo y otro a base de cebolla.
Jarabe de ajo
Necesitarás:
- Ajos
- Vinagre de manzana.
- Agua destilada.
Corta varios ajos, colócalos en un tarro y vierte a partes iguales agua y vinagre de manzana. Luego sacude la mezcla y déjala reposar durante 4 horas.
Pasado este tiempo vierte un poco de miel antes de meterlo en la nevera.
Tómate de 1 a 3 cucharadas de este jarabe cada 6 u 8 horas. El ajo tiene la capacidad de eliminar las bacterias de tu organismo y mejora el dolor de garganta.
Jarabe de cebolla
Necesitarás:
- 3 o 4 cebollas.
- 4 tazas de agua.
- 2 cucharadas de miel.
- 5 gotas de zumo de limón.
Preparación:
Corta la cebolla, colócala en agua y déjala cocer hasta que espese y forme un jarabe. Cuando tenga esta consistencia, retira del fuego y consérvala.
Para tomarlo coloca en un vaso de agua tibia cinco cucharadas del jarabe de cebolla y añádele la miel y el jugo de limón.
¿Qué te pareció? Nada como los remedios de toda la vida para aliviar males sin tener que acudir a los fármacos y sus indeseados efectos secundarios… Por supuesto, si tu estado empeora no dudes en acudir al médico.
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