Cuando Sierra Cuesta tenía tan sólo un mes, su padre Fil, un policía, recibió un disparo en la cabeza mientras esperaba refuerzos en su patrulla. Sus compañeros, desconsolados, hicieron entonces una promesa que cumplieron incluso 18 años después tal y como les quiero mostrar en esta enternecedora historia.
Resulta que los uniformados, en honor a su compañero, decidieron convertirse en la figura paterna de las dos hijas de Fil.
Y así lo hicieron. Acompañaron a Sierra y a su hermana mientras crecían para intentar paliar un poco la pérdida de su padre.
Los policias realmente pusieron todo su empeño. Hasta tal punto que, 18 años después, en el día de su graduación, Sierra contó con la presencia de 20 oficiales vitoreándola y felicitándola en su gran día.
Según explicó el sargento Don Poirier a la CBS, él y sus compañeros se han convertido en una “figura paterna” para las dos jóvenes.
“Perdimos a un hermano y eso duele. Cada día miro atrás deseando que nunca hubiese pasado”.
Sierra no conoció nunca a su padre, pero estos policías han logrado que su memoria siga viva, tanto como lo está en sus corazones.
Les dejo este reportaje con más detalles sobre esta conmovedora historia.