Los oficiales de policía a menudo tienen mala reputación, pero sé que todavía hay muchos oficiales que se esfuerzan por ayudarnos cuando lo necesitamos. Esta historia trata de uno de ellos.
Kori Malenfant y sus padres se quedaron atrapados en la estación de tren de Boston en pleno invierno, después de que Kori se hubiera sometido a una intervención quirúrgica cerebral.
Kori sufría la malformación de Chiari, que se produce cuando hay una abertura en el cráneo y una parte del cerebro comienza a filtrarse a través de su canal medular.
Tan solo 4 días después de su importante operación, Kori viajaba de regreso a su casa desde Nueva York a Protland, Maine.
Desgraciadamente el tren desde Nueva York llegó retrasado y la familia perdió la conexión en Boston por pocos minutos.
Hacía mucho frío y estaban en mitad de la noche, así que los padres de Kori fueron a ver a un policía cercano para ver si podía guardarles sus maletas en un lugar seguro mientras ellos buscaban un lugar cálido donde esperar.
Lo que hizo les dejó de piedra.
Kori iba de regreso a casa tras una importante intervención quirúrgica, y se encontró atrapada en una situación nada deseable.
«Debido a las recientes inclemencias del tiempo y a las cancelaciones de trenes, nuestro viaje en tren de Amtrak desde el Presbyterian Hospital en Nueva York fue más largo de lo esperado, lo que hizo que llegáramos a Boston demasiado tarde para poder tomar el siguiente tren», escribe Kori en su página de Facebook.
«Desgraciadamente no saldría otro tren en 2 horas y media. Hacía mucho frío en la estación y no encontrábamos un lugar donde dejar nuestro equipaje. Tampoco había asientos cómodos para mi cuello.”
Desesperada, la madre de Kori se acercó a dos policías que estaban en servicio y les preguntó si podían guardar su equipaje en algún lugar de la estación de tren.
Su idea era tomar un taxi que los llevara a un lugar más cálido donde pudieran esperar el siguiente tren.
“Rápidamente los dos oficiales le aseguraron a la madre que tratarían de ayudarla poniéndose en contacto con su superior para ver lo que podía hacer. Al poco tiempo, el superior de la policía de Boston se personó en el lugar y nos preguntó si podíamos seguirlo» explica Kori.
El superior, el capitán Kelly J. McCormick, quien llevó a la familia en su utilitario deportivo les dijo las siguientes palabras: «Muy bien, venid conmigo, vamos a dar un pequeño paseo».
Al principio, la familia pensó que les iba a dar un par de vueltas para mantenerlos en calor y le estaban muy agradecidos por su generosidad. Pero pronto se dieron cuenta de que estaba conduciendo cada vez más al norte.
“Mi madre preguntó que hacía donde íbamos y él se sonrió y añadió que nos estaba secuestrando y que era perfectamente legal. Pronto nos dimos cuenta de que nos conducía hasta Portland, de regreso a nuestro coche», cuenta Kori.
“Me dijo que de ninguna manera iba a dejarme que me sentara en el frío tras mi intervención quirúrgica y que era un placer conducirnos hasta Portland».
La familia estaba emocionada y en shock por el generosísimo gesto del capitán McCormick’s. Pero pronto descubrieron que no era algo inusual en este policía de buen corazón.
Intercambiaron historias, y la familia pronto se enteró de que él era uno de los principales jefes superiores encargado de gestionar todo la actividad durante el atentado de la maratón de Boston.
El jefe de la policía de Boston, William Gross, no se mostró sorprendido por la generosidad de McCormick. Dijo que este tipo de acciones solo mostraba la clase de persona que es McCormick.
«Eso no lo ha hecho solo una vez, el Capitán McCormick», dijo Gross.
“Es muy bondadoso, siempre está dando. Él es un individuo muy generoso y de espíritu libre.
«Tiene una gran alma … El alcalde nos permitió poner capitanes en cada uno de nuestros 11 distritos que sean responsables y que vayan siempre más allá de lo normal», continuó.
Kori y su familia estaban totalmente de acuerdo.
«Es tan humilde, todo un ejemplo a seguir», añade Kori,
Gracias, Capitán Kelley McCormick. ¡Qué Dios te bendiga y te proteja de la misma manera que tú has bendecido y protegido a tantos otros».
¡Ayúdanos a compartir esta historia para honrar la bondadosa y generosa obra del Capitán McCormick!