Hablar honestamente a los niños es una buena idea, son más inteligentes de lo que pensamos. Sin embargo, algunas veces entienden las cosas completamente mal... Como en el caso de esta historia.
Un padre y su hijo de 6 años caminaban por la calle cuando vieron a dos perros teniendo sexo.
El niño, impactado por lo que estaba viendo, le preguntó al padre: «¿Papá, qué están haciendo?».
El padre, no queriendo mentir a su hijo le dijo: «Solo están haciendo un cachorrito».
«Ok», dijo el hijo, y el padre se sintió aliviado de que no preguntara mucho más.
Al día siguiente, el hijo irrumpió en la habitación de sus padres y los vio teniendo sexo. El padre saltó y se cubrió rápidamente.
Sabiendo que enfrentaba una conversación interesante, el padre bajó las escaleras con su hijo y lo sentó en la mesa del comedor.
Su hijo le preguntó: «¿Papá, qué estaban haciendo tú y mamá?».
De nuevo, queriendo ser honesto con su hijo, le dijo: «Bien hijo, mamá y yo estábamos haciendo un bebé».
Su hijo se calló un momento, pensando y contestó: «La próxima vez dale la vuelta a mamá. ¡Quiero un cachorrito!».
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