Pronto Victoria, la princesa heredera sueca, cumplicará 40 años.
Ser la hija del rey no te garantiza una vida de cuento de hadas. Los princesas son también personas con los mismos problemas que puede sufrir cualquier otro ser humano.
Victoria de Suecia es conocida por ser una persona muy cálida con la gente, pocas veces se la ve sin una sonrisa en los labios. Pero esto no ha sido siempre así. Ahora, ante su cuarenta cumpleaños, explica cómo fueron esos momentos oscuros en su vida, mostrando que todas las personas somos igual de frágiles. Victoria padeció una enfermadad tan común y difícil como es la anorexia:
-He tenido muchísima veces angustia y pensaba que las cosas no eran fáciles, comenta la princesa en el canal de televisión público de su país, SVT.
Tener 18 años y asumir la sustitución de la Jefatura de Estado sueco estando siempre a la altura es un papel de mucha responsabilidad y requiere un alto nivel de rendimiento. Victoria se exigía mucho a sí misma como joven princesa heredera y los suecos vieron como poco a poco ella iba perdiendo peso.
Finalmente la Casa Real sueca no pudo hacer otra cosa que admitir que Victoria padecía anorexia, una enfermedad que afecta a muchas chicas jóvenes y que puede incluso llevar a la muerte.
Ante la celebración de su cuarenta cumpleaños, la princesa elige de una manera abierta compartir ese periodo difícil de su vida:
– «Es muy difícil decir y explicar lo que sentía y por qué lo sentía, pero muchísimas veces sentía una gran angustia y pensaba que las cosas no eran tan fáciles», comenta la princesa en una entrevista a SVT.
Para hacer frente a la enfermedad, Victoria necesitó alejarse del estrés y buscar ayuda profesional. Le ayudó mucho mudarse a EE.UU para estudiar, recibiendo allí también la ayuda necesaria para curarse.
Hoy está totalmente recuperada y tiene dos hijos, pero aunque la anorexia ha desaparecido la angustia puede volver, una sensación que muchas personas que han padecido esta enfermedad pueden reconocer. La razón, dice Victoria, puede ser debido a que nos exigimos ser perfectos.
Cuando SVT pregunta a la princesa heredera si uno puede estar totalmente curado de la anorexia, ella responde:
– Supongo que es algo individual. En mi caso es un capítulo que por suerte he dejado atrás, pero la ansiedad por tener un buen rendimiento sigue latente. He tenido diferentes herramientas y he aprendido mucho a hacer frente a la ansiedad. También el hacerme mayor me ayuda, cuenta Victoria.
Uno necesita mucho valor para compartir algo tan íntimo de sí mismo que le trae recuerdos de tiempos complicados. Con ello puede ayudar a otras personas con problemas alimenticios y hacerles ver que no están solos y que se puede salir.
Comparte este artículo para que, al igual que Victoria, reconozcamos y apoyemos a todas las personas que padecen trastornos de alimentación.