Muchos de nosotros compartimos el hábito de limpiar nuestros oídos con bastoncitos de algodón. Pero según los médicos y expertos, así como fabricantes, esto es un gran error. Estos bastoncillos nunca fueron diseñados con este fin, de hecho no deberíamos introducirlos en nuestros oídos porque tienen varios efectos adversos. Así que si eres uno de esos que los usa para eso deberías leer esto.
En 1923, Leo Gerstenzang presentó un producto en el mercado precursor de lo que hoy conocemos como bastoncitos de algodón.
Estaba hecho de madera en lugar de plástico o papel, y en un extremo (no en los dos) tenía el algodón. Se trataba de un bastoncito para limpiar a bebés, no oídos.
En algún momento todo se torció y ahora muchos los usamos incorrectamente, a pesar de que fabricantes avisan de sus riesgos en los envases.
El doctor Dennis Fitzgeral explicó al diario The Independent, que “la gente llega con problemas vinculados al uso de los bastoncitos de algodón todo el tiempo. La gente dice que sólo los usa para ponerse maquillaje, pero sabemos para qué más los usan. Se los meten dentro de los oídos”.
Incluso si se siente muy reconfortante en el momento cuando se usan, estos bastoncitos pueden provocar problemas. Y cuanto más los usas más estás alterando el interior de tus oídos.
Dennis Fitzgerald destaca las siguientes razones para no usar bastoncitos de algodón:
1. La cera es saludable
La cera ayuda a proteger tus oídos, evitando que entren residuos y bacterias. Gracias a la cera, el canal del oído y el tímpano se mantienen hidratados y limpios, mientras que el canal auditivo queda protegido por las propiedades antibacterianas de la cera, justo lo contrario de lo que muchos piensas.
“Lo que estás quitando se supone que debe estar ahí”.
2. Los bastoncitos de algodón pueden llevar a problemas auditivos.
Los bastoncitos de algodón pueden dañar el oído por su tamaño y forma. El hecho es que cuando “limpias” tus oídos con ellos estás expulsando la cera hacia el tímpano, en lugar de sacarla, lo que puede llevar a infecciones y problemas auditivos.
3. Los bastoncitos de algodón pueden dañar el tímpano y los huesos del oído.
Cuando empujas el bastoncito profundo en tu oído se puede llegar a perforar el tímpano o dañar sus delicados huesecitos.
“Pasa más a menudo de lo que se piensa”, señaló Fitzgerald
¿Cómo deberíamos limpiar nuestros oídos entonces? De hecho, el oído expulsa el exceso de cera por sí mismo, esto pasa cada vez que movemos las mandíbulas. Cuando hablamos, masticamos, comemos chicle, bostezamos o reímos. ¡Ahí es cuando sale la cera vieja!
¿Te sorprendió saber esto?¡Por favor, comparte esta información para evitar que alguien termine dañando sus oídos sin saberlo!