Tengo que reconocer que me encantan las sorpresas en las bodas.
Sea un detalle bonito, una mágica canción o un invitado inesperado que aparece, y todo esto junto es lo que hizo el novio Ollie cuando llegó el momento de dar el "sí, quiero" a la novia, Liz.
Liz trabajaba como bailarina y profesora de música en un colegio. Una maestra entregada a su trabajo y sus alumnos, formada y motivada. Y Ollie sabía de verdad lo mucho que sus alumnos significaban para ella.
Por eso pensó que le gustaría que sus alumnos estuvieran involucrados en la boda. En secreto contactó con los padres de los niños, les contó su idea y puso el plan en marcha.
En secreto comenzó a ensayar para el mágico momento. Hasta que llegó el gran día. Justo cuando la pareja iba a darse el «sí, quiero», aparecieron por detrás sus alumnos y comenzaron a cantar ”A Thousand Years”, de Christina Perri.
La sorpresa les llevó varios meses prepararla pero para Ollie ver el mágico momento y la emotiva reacción de la novia, le valío cada segundo invertido. Allí, en su boda, estaban sus alumnos para cantarle una preciosa canción y poner el broche de oro a su unión. Liz, por supuesto, no pudo contener las lágrimas.
Aquí puedes verlo. ¡Qué bonito, por favor, pero qué bonito!
Está claro que Liz es una fantástica y querida profesora. Esto es de lo más bonito que he visto.
¡Compártelo si también te gustaría vivir algo así en una boda!