Acostumbrados a medios de comunicación que prácticamente sólo nos dan malas noticias, que nos hablan del lado más malvado y egoista del ser humano, es hermoso encontrarse de vez en cuando con historias que nos llegan al corazón y que involucran a personas desafortunadas que por una vez han tenido un golpe de suerte.
Esta que les queremos contar hoy tuvo lugar en Mandaluyong, Filipinas, donde muchos niños viven en las calles en una situación de miseria absoluta.
Un día uno de estos niño se encontraba vendiendo flores de jazmín por la calle cuando trató de vendérselas a un turista que pasaba por ahí. El extranjero no sólo le compró flores sino que hizo algo mucho más allá que nos hizo arrojar lágrimas de emoción.
La historia se dio a conocer gracias a una mujer llamada Ahyan Yerro, quien es supervisora en la tienda donde tuvo lugar esta historia.
En un post de Facebook, Yerro explicó que trabaja en una tienda de complementos deportivos y que estaba presente el día en el que entró un extranjero llamado Kris Carroll y un niño que por su aspecto se entendía que vivía en la calle. El niño tenía la ropa sucia y caminaba descalzo.
Al parecer, ofreció al turista unas flores para comprar, a lo que el hombre, conmovido al ver la deplorable situación en la que se encontraba, decidió invitarlo a ir a una tienda para comprarle unos zapatos nuevos.
Según reportó Yahoo, el niño de 14 años se llama Warren. Carroll pidió al asistente Raymond Seneca que atendiera a Warren a la hora de elegir el par de zapatos que quisiera.
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Raymond atendió a Warren como un cliente VIP, impresionado porque era la primera vez que veía a alguien tener un gesto tan magnífico con un pobre niño de la calle.
El niño eligió el par de zapatos que más le gustaron, lo que le ayudaban a correr mejor. Ni siquiera sabía cómo atarse los cordones, ya que probablemente era la primera vez que tenía un calzado semejante.
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Después de pagar la compra, Carroll preguntó al asistente dónde podía encontrar una tienda de ropa para comprarle más cosas. Entonces los dos se dirigieron al lugar y luego entraron en McDonalds para comer.
Los trabajadores de la tienda les tomaron unas fotos antes de salir que se hicieron virales después del post de Yerro. Sin embargo, el turista se negó a dejar ningún contacto ya que no quería ningún tipo de reconocimiento público por lo que hizo.
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Desde luego este es un gesto que de seguro este niño no olvidará en la vida. Esperemos que la suerte haya traído mejores cosas para este joven desde entonces. Todos merecemos, y especialmente los niños, una oportunidad en la vida. Estamos en este mundo para ayudarnos los unos a los otros.
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Ayudemos a homenajear al hombre por su lindo gesto con el niño.
