Cada año tenemos que informar de tristes y evitables fallecimientos por golpes de calor dentro de automóviles. Se trata habitualmente de los seres más débiles, niños y perros, que quizá son dejados dentro de un vehículo solo unos minutos, pensando que están seguros. Pero la temperatura dentro de los automóviles sube rápidamente y puede tener consecuencias fatales.
Pero tenemos una gran noticia: una niña de 12 años ha inventado un dispositivo que puede evitar esas muertes, según informa La Vanguardia.
Se llama Lydia Denton, tiene 12 años, y vive en los Estados Unidos. A su corta edad, esta mente brillante, está creando titulares por todo el mundo.
Lydia ha creado un dispositivo que mide la temperatura dentro de un automóvil y, si la temperatura sube, lanza un aviso al dueño del vehículo y a los servicios de emergencias. Brillante, ¿no es cierto?
Un solución barata para evitar muertes
Lydia no solo ha pensado en que su invento pueda salvar vidas, sino también en que sea económico.
“Me preocupa mucho porque es algo que pasa en el mundo y sabía que se podía solucionar. A nadie se le ha ocurrido una manera barata para poder solucionarlo, algo que la gente se pueda permitir”, dice Lydia en una entrevista en el programa Good Morning, America!“.
Pero a ella sí se lo ocurrió. Su dispositivo, al que llamado Beat The Heat Car Seat, tendrá un coste de algo menos de 50 dólares americanos.
Premiada con 20.000 dólares por su genialidad
La gran idea de Lydia no se podía quedar sin recompensa. Esta brillante niña de 12 años ha ganado un premio de 20.000 dólares americanos por su invento. ¿Y qué creen que va a hacer con el premio?
Lydia va a invertir lo que ha conseguido en seguir desarrollando su dispositivo. Aunque una parte la va a compartir con sus hermanos, de 14 y 10 años, quienes le han ayudado a crear su invento. Esta niña además de inteligente tiene un corazón de oro.
Su madre es profesora de ciencias y se nota que ha sembrado la semilla del interés por la ciencia en sus hija, de la que no puede estar más orgullosa.
¡¡Bravo, Lydia!! ¡Comparto tu historia porque te lo mereces!