Yo creo profundamente que si haces algo bueno, te llegan cosas buenas de vuelta. Por eso siempre intento ofrecer mi ayuda a personas que creo que la puedan necesitar. De esta forma espero yo también recibir ayuda si un día la necesito.
Pero en la sociedad de hoy en día, en la que cada vez estamos más ocupados, tenemos cada vez menos tiempo, o sencillamente estamos más cansados, no nos molestamos ayudar a los demás. Por eso me alegró tanto leer esta historia, que demuestra que de verdad cuando uno da, recibe.
Intenta llegar al final de esta historia sin que se te haga un nudo en la garganta…
Kate McClure, de Nueva Jersey, iba en su vehículo por Filadelfia cuando, de repente, su automóvil se paró.
La mujer entró en pánico pero consiguió llevar el automóvil hasta la orilla de la carretera, se bajó del vehículo y pensó que lo único que podía hacer era caminar hasta la gasolinera más cercana. En su camino se encontró con un mendigo que le dijo que volviese al vehículo y cerrase a las puertas.
Kate así lo hizo, y poco después, el hombre volvió con un recipiente con gasolina. El hombre era mendigo y había gastado sus 20 últimos dólares en comprar la gasolina para Kate.
El hombre se llama Johnny Bobbitt Junior, tenía 34 años y había sido antes conductor de ambulancia, pero llevaba viviendo en la calle un año. Llegó a Filadelfia por un nuevo trabajo que no nunca resultó. Tuvo que dormir una noche en la calle, y esa noche se convirtió en tres semanas, luego meses y así hasta un año.
A pesar de su dura experiencia vital, Johnny no dudó ni un momento en ayudar a Kate al ver que necesitaba ayuda. Con sus últimos 20 dólares, llenó el depósito y le salvó el día.
Pero esta historia no ha hecho más que empezar.
Kate decidió devolverle con creces el favor al hombre que la había salvado. Kate y su novio pasaban todos los días por donde estaba Johnny, durante varias semanas, y le daban dinero, comida y otras cosas útiles.
Durante esas semanas la pareja fue conociendo más cosas sobre Johnny y cómo acabó en la calle. Vieron sus fotos de Facebook y saltó la voz de alarma.
«Miré las fotos y pensé, ‘esta podría ser yo’ «, dijo Kate en una entrevista.
Tras conocerlo más, Kate y su novio decidieron que querían ayudarle a recuperar su vida, y supieron que tenían que hacer algo más que llevarle comida.
El 10 de noviembre lanzaron una campaña en GoFundMe, en la que las personas que quisieron pudieron donar algo de dinero para Johnny. El objetivo era conseguir 10.000 dólares, para poder cubrir un alquiler y el resto de gastos para vivir durante algunos meses.
En poco tiempo consiguieron 1.700n dólares y decidieron darle la sorpresa a Bobby de las buenas noticias. Incluso llevaron una botella de champán para celebrarlo.
«Esto le ha dado la vuelta a mi vida», dijo el feliz Bobby a la pareja.
Y la historia de Bobby continuó propagándose por internet, y en el momento en el que escribimos este artículo se han recaudado cerca de 10.000 dólares.
La pareja está muy impresionada por la respuesta que ha tenido la campaña y van a seguir ayudando a su amigo hasta que haya recuperado su vida anterior.
En estos tiempos en los que los titulares de los periódicos solo nos dan malas noticias, alegra conocer historias como esta. Es una prueba de que hay esperanza, de que cuando miramos a nuestro alrededor y ofrecemos ayuda a los que la necesitan, hacemos del mundo un lugar mejor.
La historia de Johnny nos muestra que la pobreza es algo que puede tocarnos a todos, y que todos deberíamos hacer por ayudarnos los unos a los otros.
¡Comparte esta conmovedora historia de esperanza!