Muchas de las tareas de más importancia en la sociedad las hacen los oficiales de policía. Desafortunadamente, estos hombres y mujeres rara vez reciben el debido reconocimiento por todo el trabajo duro que hacen defendiendo la ley y el orden. Al contrario, muchas veces son objeto de provocaciones o reciben insultos mientras trabajan. Esto es algo que los oficiales Rance Quinn y George Sims han experimentado durante sus años de trabajo en el Departamento de Policía de Kansas City. Nadie parecía apreciar el trabajo que hacen por la comunidad y su esfuerzo parecía ser en vano. Pero entonces algo pasó que no habían anticipado…
Durante 20 años, Rance Quinnentregó su vida a hacer su trabajo como oficial del Departamento de Policía de Kansas City lo mejor posible. Pero últimamente, sentía que el apoyo que él y sus colegas solían tener se había ido evaporando.
“Parece que se está dando muchísima actividad anti-polícía. Sabemos que no somos queridos pero nos hace sentir poco apreciados”, dijo a Quinn a WDAF.
Pero un día, el oficial Quinn fue a comer con su colega George Sims y algo pasó que le devolvió la esperanza. De repente, una adolescente se les acercó, puso una servilleta en su mesa y se fue corriendo.
Los policias estaban sorprendidos por lo que pasó y se inclinaron para ver que ella había escrito algo muy especial en la servilleta: “Gracias por mantenernos a salvo”.
Enternecidos, se levantaron para agradecerle, pero ya era tarde, se había ido del restaurante con su familia.
Pero esto no fue todo. Un momento después, una mujer con dos niños pequeños se acercó a su mesa. Les dijo a los oficiales que su hijo de 5 años, que es sordo, siempre había querido conocer a un oficial de policía.
Ahora que veía a dos policías delante de él, quería aprovechar para conocerles. Rance y su colega no lo dudaron un momento y por supuesto interactuaron con el niño.
Luego, cuando llegó el momento de pagar la cuenta les esperaba otra sorpresa.
“Cuando terminamos nuestra comida y pedimos la cuenta, la camarera dijo que la mesa de atrás había pagado nuestro almuerzo. Esa era la mesa que nos dejó la nota. La camarera habló sobre cuánto nos apoyaba y que no nos lo podía agradecer bastante. Qué gran gente”, escribió el policía en Facebook.
Debo decir que estoy muy conmovido por las fabulosas cosas que estas personas hicieron. Nuestros oficiales de policía reciben muy poco crédito por el buen trabajo que hacen.
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