Parece difícil entender que una madre pueda hacer daño a su hijo. Lo que esta madre tailandese hizo a su bebé, es una de las cosas más horribles que escuchado nunca. Apuñaló a su propio bebé 14 veces y después lo enterró vivo.
Por fortuna, alguien escuchó el llanto.
El pequeño Aidin fue apuñalado por su propia madre, 14 veces, cuando era apenas un recién nacido y después lo enterró vivo.
Los hechos ocurrieron en Tailandia, y una pastora que pasaba por la zona donde estaba enterrado el bebé oyó algo que encendió la luz de alarma.
«Primero escuché el llanto y pensé que alguien había enterrado vivo a algún animal, pero luego vi un pequeño pie que salía de la tierra. Traté de controlarme y llamé a la policía. El bebé estaba enterrado boca abajo”, explicó Kachit Krongyut al Daily Mail.
Por increíble que parezca, el pequeño consiguió sobrevivir a las 14 puñaladas y el abandono en la fosa.
Precisamente la tierra con la que la madre cubrió al pequeño hizo presión y eso fue lo que evitó que se desangrara.