Un fin de semana, Lily Mae Avant se dio un chapuzón en el río Brazos detrás de su casa en Whitney, Texas, Estados Unidos. Esto era algo que había hecho muchas veces, pero esta pasó algo trágicamente mal.
La niña se contagió con Naegleria fowleri, conocida coloquialmente como ameba «come cerebros» que se encuentra en las aguas dulces templadas y estancadas. La tasa de mortalidad supera el 97 por ciento. Según CDC, solo cuatro de 145 personas entre 1962 y 2018 que contrajeron la enfermedad han sobrevivido.
La familia de Lily tenía esperanza de que la niña se convirtiera en la quinta superviviente, según informa CNN.
Pero desgraciadamente, el 16 de septiembre falleció.
«El agua se encuentra en la parte de atrás de la casa de Lily. Ella ha nadado allí todos los días. El día que se bañó, teníamos 40 personas allí con ella», dijo Wendy Scott, una prima de Lily, a WFAA.
Pero el 8 de septiembre ella empezó a comportarse raro. Se quejó de dolor de cabeza y le dio fiebre. Los médicos le hicieron varias pruebas a la niña y le recomendaron que se tomara un Advil y que permaneciera hidratada.
But on September 8, she began acting odd. She complained of a headache and developed a fever. The 10-year-old underwent several tests and her doctor suggested she stay hydrated and take Advil.
Después de escuchar lo que ellos pensaron era una pesadilla, la madre se dio cuenta de que comenzaba la dura batalla de Lily por sobrevivir. Se mostraba incoherente, sin respuesta y de inmediato se la llevaron a urgencias. Y pronto se creó un grupo en Facebook para mantener a la familia y a los amigos actualizados sobre la situación de la niña.
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Una vez ingresada en urgencias, la familia de Lily supo que la niña se había contagiado con un ameba «come cerebros».
La llevaron al Centro Médico Cook Children’s en Fort Worth donde recibió Miltefosine, un nuevo medicamento que puede llegar a tratar la infección mortal: Pero tan solo dos personas que han recibido este medicamento han sobrevivido.
Lily quedó en coma inducido por los médicos.
Como su familia creía que la niña iba a ser la quinta superviviente, incorporaron el número cinco en sus formas de orar y en la manera de crear conciencia sobre la situación.
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Ocho días después de que la niña comenzara a notar los síntomas, la familia compartió una triste noticia – Lily había fallecido.
«Nuestra hermosa niña está completamente curada y en los brazos de Jesús.Lily cambió vidas. Lily salvó vidas (en el sentido físico y espiritual)», escribió Wendy en Facebook
La familia ha pedido privacidad y «oraciones por la paz» mientras lloran la pérdida de Lily.
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Esta infección es extremadamente rara, pero cuando alguien se contagia, tiene unos resultados catastróficos.
Oremos todos por la familia de Lily mientras lloran la pérdida de su pequeña hija.
