En la vida existen muchos obstáculos, piedras en el camino que ponen a prueba nuestra enteraza y también la de quien nos rodea.
Uno de los más difíciles de afrontar es cuando nos abandona la salud, pero a veces es más duro cuando el o la perjudicada es alguien a quien amamos con todas nuestras fuerzas, como en el caso de una hija.
Los padres de Abigail, de sólo 6 años, tuvieron que afrontar con entereza una noticia que ningún padre quiere oir: su hija estaba enferma de cáncer, en concreto, una rara forma de tumor de riñón infantil conocido como tumor de Wilms.
Pese a la mala noticia y los negativos pronósticos médicos, Abigail no se rindió y quiso cumplir su sueño: ser oficial de policía. Por suerte, un padrino muy especial estuvo ahí para hacer su sueño realidad.
Abigail y su familia viven en Freeport, en Estados Unidos y ultimamente no viven tiempos fáciles. La pequeña de 6 años recibió tratamiento, pero tiempo después la enfermedad regresó con toda su fuerza.
Finalmente, los médicos de la familia confesaron que el mal que padece no tiene cura y aconsejaron a la familia que la pequeña «disfrute de la vida» al máximo antes del fatal desenlace.
Pese a los malos pronósticos, ni Abigail ni su familia pierden las esperanzas y siguen luchando con todas sus fuerzas.
Según explicó la madre de Abigail, Irene Arias, a ABC, los médicos «básicamente dijeron que es momento de disfrutar de la vida».
«Afrontar esto es darse cuenta de que no hay nada que puedas hacer como padre, fue duro, fue duro para nosotros», dijo por su parte su padre, Ruben Arias.
Recientemente, después de enterarse de la enfermedad de Abigail, la familia conoció a Ray Garivey, Jefe de la policía de Freeport, y se hicieron muy buenas amigos.
Poco después, la pequeña Abigail le hizo una confesión al oficial, una que tenía que ver con el sueño que quería cumplir en vida: convertirse en oficial de policía.
Las palabras de la niña llegaron muy profundo al corazón de Ray Garive, fue entonces cuando decidió hacer realidad lo que tanto ansiaba.
Ray Garive decidió hacerla miembro honoraria del cuerpo de policía de Freeport y organizó una fiesta para celebrarlo.
Durante la ceremonia, Abigail juró el cargo, prometiendo poner todo su empeño para combatir el cáncer.
Así fue como Abigail fue jurada como miembro honoraria de la policía ante los agentes de las distintas agencias de Texas en una ceremonia que hizo saltar las lágrimas a casi todos los asistentes.
Desde luego, este gran gesto de los agentes demuestra que bajo los uniformes se esconden muy buenas intenciones y esperamos que esta joven oficial logre cumplir su sueño de derrotar a los «malos» que están en su interior y derrote al cáncer.
Por favor, comparte esta noticia para desearle los mejores pronósticos a esta pequeña con tantas ganas de vivir, crecer y ser una buena agente de policía.
