Él es un amoroso marido y padre que disfruta pasando tiempo con su familia. Amaba la vida, era activo y trabajaba duro.
Pero una infección aparentemente inofensiva lo cambió todo para Kevin Breen, de 44 años y oriundo de Michigan, en Estados Unidos.
ADVERTENCIA: Algunos lectores puede que encuentren las fotografías difíciles de ver.
Dos días después de las Navidades de 2016, Kevin Breen sintió un dolor de estómago y empezó a experimentar síntomas similares a los de la gripe.
Su condición empeoró rápidamente y no hubo más opción que acudir a urgencias.
Los médicos de Kevin estaban desconcertados. Enviaron al padre a casa con algunos medicamentos y le dijeron que volviera si no mejoraba.
Fuente: Julie Seestedt Breen/Facebook
Aquella noche, la condición de Kevin empeoró todavía más y a la mañana siguiente lo volvieron a ingresar en el hospital.
Con un procedimiento quirúrgico, los doctores hallaron que su estómago estaba lleno de unos 1,5 litros de pus.
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Mientras los médicos trataban de diagnosticar a Kevin, su cuerpo empezó a fallar. El cuerpo de Kevin luchaba por mantener con vida sus órganos, la sangre dejó de circular en sus pies y manos, haciendo que la carne de los dedos de sus pies y manos muriera.
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Finalmente, los médicos de Kevin hicieron un descubrimiento.
Vieron que el hijo de tres años de Kevin había tenido recientemente amigdalitis, así que hicieron una prueba al padre.
Resultó que Kevin tenía una infección estreptocócica. Iba de la garganta a su estómago, donde su cuerpo era incapaz de combatirla.
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Mientras, los riñones de Kevin empezaron a fallar. Lo trasladaron a una unidad de cuidados intensivos y fue conectado a una máquina de diálisis.
Estaba entre la vida y la muerte, pero tanto él como el personal del hospital se negaron a tirar la toalla.
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Contra todo pronóstico Kevin pudo superarlo.
Toda su mano izquierda tuvo que ser amputada, además de varios dedos en su mano derecha y parte de ambos pies.¡Pero sobrevivió!
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Nada será como antes y todavía tiene mucho camino que recorrer. pero Kevin combatió una enfermedad terrible. el hecho de que sea capaz de jugar de nuevo con sus hijos y pasar tiempo con su esposa es un verdadero milagro.
Para poder pagar las facturas médicas, se abrió una página en nombre de Kevin en GoFundMe con la que ya se han recaudado más de 224.000 dólares. Y Kevin, simplemente, está feliz de seguir viviendo.
Fuente:Julie Seestedt Breen/Facebook
Deseamos a Kevin y su familia todo lo mejor en su recuperación.
¡Por favor, comparte esta historia para generar conciencia sobre esta terrible enfermedad!