Todos hemos pensado alguna vez en la eutanasia o hemos oido historias. Esta mañana escuchaba en la Radio Nacional hablar sobre una obra de teatro sobre la eutanasia que se estrenaba en Madrid. Su autor, el doctor Marcos Ariel Hourmann cambió para siempre su vida en Marzo de 2008.
El fue el primer médico sentenciado en España por ayudar a morir a un paciente, y en sus propias palabras: »no hay que sufrir más de lo necesario ante una situación médica irreversible».
Según el País el médico condenado por eutanasia se somete a juicio en el teatro. Marcos le procuró una ‘muerte digna’ a una paciente de más de 80 años llegó al servicio de urgencias del hospital donde trabajaba. Sometida a dolores terribles, el pronóstico daba una esperanza de vida de apenas unas horas. Esto ocurrió de verdad, y aunque fue denunciado por el hospital el juicio nunca llegó a celebrarse. La fiscalía ofreció a Marcos declararse culpable, aceptar una condena menor y evitar así la prisión de 10 años. De esta forma esquivó la cárcel, pero su vida se convirtió a partir de entonces en un infierno.
Ahora acaba de ocurrir otro caso de eutanasia en España que ha dado mucho de que hablar.
Algunos paises como Holanda ya han legalizado la eutanasia, pero en España sigue siendo delito. Ángel Hernández y su mujer llevaban años esperando a se legalizara. María José Carrasco sufre una esclerosis múltiple desde hacía 30 años. Se han pensado mucho tomar la decisión porque ella quería suicidarse pero no podía porque no tenía movilidad en manos para poder tomarse si quiera una pastilla. Así lo declaraban a el País en Octubre de 2018: «Él no tiene miedo, pero yo sí». Se refería a lo que le podía pasar a su marido si la ayudaba. Nadie sabe qué ha pasado en aquella casa estos seis últimos meses, pero finalmente, Hernández le preparó la medicación definitiva. Ella la tomó. Él ha sido detenido.
No iba a hacerlo de forma encubierta
La abogada de Hernández, Olatz Alberdi, asegura que el hombre se inculpó «desde el primer momento». «Siempre ha dicho que no iba a hacerlo de forma encubierta, que quería darle luz al tema». Y lo ha grabado todo en un vídeo, al que ha dado publicidad, «para que se viera el sufrimiento y el abandono en el que estaban».
Lo detuvieron y pasó la noche en un calabozo de una comisaría de Madrid. Confesó a los sanitarios a los que llamó que había dado la bebida mortal a su mujer. Ahora está a la espera de que el juez le tome declaración y le ponga en libertad. «A ver si así puede empezar el duelo, que está hecho polvo», escribe el Pais.
Está prohibida
El artículo 143.4 del Código Penal, aplicable a este caso, establece una horquilla de pena atenuada, entre los seis meses y los dos años de prisión, según calcula José Antonio Martín Pallín, magistrado emérito del Tribunal Supremo, con lo que Hernández no tendría que ingresar en prisión. Martín Pallín, en la actualidad abogado, critica su detención: «En un caso así, sin riesgo de fuga, hubiera bastado con que la policía le llamara a declarar y luego pasara el atestado al juzgado de guardia». Para el jurista, la defensa de Hernández podría solicitar la exención de responsabilidad por actuar «en el cumplimiento de un deber moral, amparado por el derecho a la dignidad recogido en la Constitución».
«En España, aunque la eutanasia está prohibida, el Código Penal tiene en cuenta la compasión e introduce una atenuante muy privilegiada», explica Federico de Montalvo, jurista y presidente del Comité Español de Bioética. «No me gusta la idea de una eutanasia institucionalizada, pero en casos concretos, cuando se hace por amor y a petición de alguien, no sé si hay un reproche penal que justifique que esa persona entre en prisión», opina.
A continuación el video con las declaraciones de María José dándole permiso a Ángel de que la ayudara a morir y del momento definitivo.
Supongo que hasta que no te sucede un caso cerca no sabriamos realmente el dolor que se siente frente al sufrimiento de un familiar o ser querido. ¿Qué opinas sobre la eutanasia? Te invitamos a dejar tu opinión en el apartado de los comentarios.