La docencia es una de las profesiones más importantes que tenemos en la sociedad. Sin buenos profesores, la próxima generación de científicos, médicos, ingenieros y animadores no existiría. No es exagerado sugerir que el éxito continuo de la humanidad descansa sobre los hombros de los maestros.
Pero no es un trabajo sencillo, al menos no para aquellos que se esfuerzan genuinamente por ser buenos en lo que hacen.
Una queja común de los maestros es que los padres simplemente no se hacen responsables de sus hijos problemáticos. La ex maestra Julie Marburger ciertamente respalda esa teoría.
Julie escribió en Facebook una apasionada publicación sobre sus experiencias, y fue escuchada. Su publicación ha sido compartida más de 300.000 veces.
El post de Julie no tardó en captar la atención de los internautas. Aquí está:
«Salí del trabajo temprano hoy después de que un incidente con un padre me dejase emocionalmente incapaz de continuar trabajando. Ya tomé la decisión de dejar la enseñanza al final de este año, y hoy, no sé ni si será capaz de aguantar tanto tiempo. Los padres se han vuelto demasiado irrespetuosos, y sus hijos son aún peores. La administración siempre parece equivocarse, según el criterio de los padres, lo que me deja sin forma de hacer el trabajo para el que me contrataron, enseñar a los niños.
«Incluyo fotos que tomé en mi clases durante los últimos dos días. Así es como mi clase está habitualmente, después de que mis alumnos pasen todo el día aquí. Tengan en cuenta que muchos de los artículos dañados o destruidos por mis alumnos son pertenencias personales o cosas que compré yo misma, porque NO tengo presupuesto para el aula».
Julie continúa: “Los cuadernos de calificaciones se publicarán a finales de esta semana y casi la mitad de mis estudiantes fallan debido a que han realizado las tareas que se les pedían (8-10) . La mayoría de estos estudiantes y sus padres no parecen preocuparse por ello durante los últimos tres meses, aunque se publican informes semanales, se han enviado correos electrónicos y se ha intentado realizar llamadas telefónicas.
«Pero ahora probablemente voy a pasar toda la semana que viene recibiendo llamadas y correos electrónicos de padres airados, que quieren saber por qué suspendí a su hijo. Mi administrador exigirá una explicación de por qué dejo que tantos fracasen sin darles apoyo, a pesar de que he hecho prácticamente todo menos hacer el trabajo por ellos. Espero que ocurra esto, porque es lo que ha sucedido al final de cada trimestre hasta ahora«.
La frustrada profesora continúa diciendo:
“La gente TIENE que dejar de mimar y permitir a sus hijos. Es un problema que se extenderá por nuestra sociedad como un reguero de pólvora. No es justo para la sociedad y, lo que es más importante, no es justo para los niños enseñarles que está bien. No les servirá para una vida feliz y exitosa».
¿Qué le parece la opinión de Julie sobre las cosas? ¿Los niños de hoy están demasiado mimados? Háganos saber en el cuadro de comentarios.
