En 1980, cuando Wendy tenía 19 años, descubrió que estaba embarazada. No fue planeado, y Wendy tomó la más dura y desgarradora decisión de su vida: dar en adopción a su pequeña. Por suerte su hija, a la que llamaron Heather, fue adoptada por una familia llena de amor. Creció segura y se casó con un hombre llamado Eric. Juntos tuvieron una hija, Sophie. Wendy siguió adelante con su vida, aunque la decisión que tomó siempre la atormentó. Con el tiempo tuvo dos hijos más, pero nunca pudo dejar de pensar en Heather, la hija a la que dio en adopción. Wendy no pensó que nunca pudiera volver a encontrarse con ella. Pero, coincidencias de la vida, Heather y Wendy vivían bastante cerca, pero sus caminos nunca se cruzaron. O eso pensaban todos... Cuando la hermana de Wendy consiguió un trabajo, en los mismos servicios sociales que ayudaron a Wendy a encontrar una familia de adopción para su hija, todo cambió. Entonces Wendy comenzó a buscar información sobre Heather...
Cuando Wendy descubrió que estaba embarazada, en 1980, se quedó en shock. Tenía sólo 19 años y temía que no iba a poder dar a su hija toda la seguridad y amor que un niño se merece.
Al final se vio obligada a tomar la descorazonadora decisión de dar la niña en adopción. No fue una decisión fácil, pero lo hizo porque quería lo mejor para su hija.
La niña, que fue bautizada después como Heather, llegó a un hogar lleno de amor y seguridad. La niña creció, se casó y tuvo su propia hija.
Wendy siguió con su vida y tuvo, después, dos hijos más que le dieron, también, nietos. Pero había algo que la consumía en su interior. Nunca dejó de pensar en Heather y pensaba mucho en la decisión que tomó de abandonar a su primera hija. En el fondo esperaba poder volver a encontrarse con su ella en algún momento.
Pero parecía muy complicado y a Wendy le resultó muy difícil encontrar información de su hija. Pero el destino decidió otra cosa. Cuando la hermana de Wendy, Kristi, encontró trabajo, en los mismos servicios sociales que ayudaron a Wendy con la adopción, cambió la situación. Su hermana le dijo que tenía una pista.
Wendy comenzó a buscar a Heather, con la ayuda de su hermana y, en no mucho tiempo, pudieron encontrar información de la niña en los archivos.
Wendy y Heather decidieron ir a conocer a Heather, que ahora tenía ya 36 años, y descubrieron algo que las dejó asombradas.
Desde hacía más de 10 años habían estado trabajando en el mismo centro comercial. Ellas habían notado que se parecían pero nunca cruzó por su mente que pudiesen ser madre e hija.
El encuentro, 36 años después, fue un éxito, y la familia adoptiva de Heather acogió a Wendy con los brazos abiertos.
¡Emocionante!
Qué bonito ver el encuentro de madre e hija después de tantos años, ¿verdad? Pon un me gusta para desearles lo mejor a partir de ahora.