El pastor lleva a un niño desconocido a la casa, luego su esposa mira y ve lo IMAGINABLE.

Hace poco, en el condado de Paco, en Florida, Estados Unidos, alguien vio a un niño de 2 años y un bebé de 7 meses viviendo en una tienda de campaña en el bosque, rodeados de basura. Su estado era deplorable, con pañales sucios y con las plantas de los pies muy dañadas por andar descalzos. Su situación llegó a oídos del pastor Ronnie Stewart y su esposa Krystal. Ellos conocían a la familia de los niños, comían a menudo en el comedor de la iglesia. Aquella noche hizo muy mal tiempo, parecía que iba a estallar una tormenta. y no podían soportar la idea de que estos niños estuvieran pasándola mal mientras ellos estaban cómodos en casa. Así que pensaron que, aunque los padres se negaban a buscar un refugio, a lo mejor aceptaban que los niños se quedaran en su casa. Cuando llegaron vieron que la situación era peor de lo que pensaban. Ellos se los llevaron, les dieron de comer y los bañaron. Ese domingo, cuando salían de la iglesia los padres se les acercaron. Tenían una pregunta muy importante que hacerles, una que cambiaría sus vidas para siempre.

pastor1

Krystal explicó todo lo que pasó con sus propias palabras:

“Déjenme empezar por el principio. Construimos una iglesia llamada Refuge (refugio) ubicada en el condado de Pasco, en Florida, que resultó tener una gran población de sin techo. Sabíamos que la comunidad lo estaba pasando mal, así que empezamos a ayudar lo máximo que podíamos. Nos aliamos con los ministerios metropolitanos sirviendo comidas en la iglesia dos veces por semana a las personas sin hogar.
En unos meses estábamos alimentando a 500 personas por semana y ofreciendo ropa y productos para la higiene gratuitos.

pastor2

El viernes 6 de noviembre estuvimos trabajando todo el día en la iglesia, y no pudimos evitar notar la carita de una criatura mirándonos a través de las puertas de cristal. Su hermano menor pasaba atado en un cochecito junto a sus padres durante diez horas al día. Rompió mi corazón. Reconocí a los padres, habían atendido el programa de alimentación hace unas semanas. La familia, junto con otro hombre, acampaba fuera bajo el toldo de la iglesia. Era evidente que los niños estaban necesitados, y sabía que estábamos en esta comunidad para cubrir necesidades. Nuestros corazones sufrían a medida que se acercaba la noche, junto con nubes de tormenta. Empezamos a imaginar la noche que estos niños estaban a punto de pasar mientras nosotros íbamos a casa, a nuestra casa seca y calentita.

Le pregunté a mi marido, ya que los padres están drogados y rechazan ir a un refugio. ¿Deberíamos preguntarles si quieren que nos llevemos a los bebés a casa para bañarlos y hacerles dormir en una cama esta noche?

pastor1

Ummmm ellos dijeron que sí.., fueron las siguientes palabras que escuché.

Sin dudarlo le pusieron a un niño un polo azul donado por la iglesia y lo colocaron en el asiento del coche. Pregunté a los padres los nombres de los bebés mientras nos íbamos, sin darnos cuenta de que ni siquiera sabía cómo llamarlos. Tras cinco minutos conduciendo calle abajo empezó a llover y no pude evitar mirar el espejo retrovisor sorprendida y subyugada por cómo Dios había proporcionado un refugio para estos niños, y eligió usar mi casa para hacerlo.

Tras devolverlos a sus padres el sábado, rezamos como familia para que Dios protegiera a estos dulces niños y siempre les proporcionara refugio (sin soñar que sería con nosotros).

pastor4

Cuando salíamos de la iglesia el domingo por la mañana, se nos acercó la familia con su trabajador social en el aparcamiento. Nos dijeron que, tras investigar, el trabajador social determinó que los niños debían ser arrebatados de sus padres. (Por la privacidad de los niños no voy a dar detalles).

Los padres preguntaron si les daríamos refugio para evitar que los pusieran en adopción y necesitaban una respuesta urgente. Eso fue hace cinco meses, y lo que fue tan poco planificado e inesperado se ha convertido en una gran bendición para nuestra familia.

Ahora enfrentamos la decisión de adoptar o ubicar a los niños en un hogar de acogida. Somos muy positivos sobre cómo Dios los ha puesto en nuestras vidas con un propósito y para quererlos como si fueran nuestros. No podemos negar el sentido del humor de Dios; mi marido ríe cuando recuerda la conversación que tuvimos el día antes de conocer a los niños. Hacía seis semanas me había operado de una histerectomía total tras batallar una diagnosis temprana de cáncer y dije tristemente, “bueno, no más hijos para nosotros”.

pastor3

Con los formularios de consentimiento ya firmados, estamos finalizando el proceso para adoptar legalmente a los chicos y hacerles oficialmente parte de nuestra familia.

También se ha iniciado una campaña de crowdfunding para conseguir fondos para su adopción que ya ha logrado recaudar US$30.000 euros.

Fotos

Puedes saber más de esta historia en el video que te dejo a continuación:

Krystal dice que espera que esto inspire a los demás a dar saltos de fe cuando se da el momento. ¡Por favor, difunde su mensaje!