Podemos cruzar montañas y océanos por las personas que más queremos en la vida.
Para la camarera y madre de cuatro hijos, Jessica, su esposo era justo ese tipo de persona. Él tenía un cáncer agresivo pero debido a sus condiciones económicas y el largo viaje al hospital, no podía estar con él tanto como quería.
Pero entonces alguien apareció e hizo algo maravilloso – y cambió su vida por siempre.
Jessica y Robert se conocía desde el instituto. Se enamoraron y tuvieron cuatro hijos juntos.
Pero poco después de haber nacido su cuarto hijo, todo cambió.
A Robert le diagnosticaron cáncer testicular, que se extendió hacia el vientre y los pulmones.
Al final, Robert estaba tan mal que tuvo que ser trasladado a otro hospital, que quedaba 400 kilómetros de su casa.
Jessica trabajaba de camarera en un restaurante local pero había decidido quedarse al lado de Robert.
A las tres y media de la mañana podía sentarse en el coche y conducir los 400 kilómetros hasta el hospital. Pero los días que se quedaba toda la noche tenía que dormir en su coche porque no tenían dinero para pagarse un hotel.
Lo que Jessica no sabía era que había un ángel guardián a su lado, una mujer llamada Kimberly, que había sido su profesora en el colegio y luego se había convertido en una segunda madre.
Kimberly sabía lo amable que era Jessica, que tenía un buen corazón y que era dedicada en el trabajo, y quería hacer algo por ella, por eso decidió contactar con el canal local de televisión.
Con la ayuda de cámaras escondidas, el canal de televisión lo arregló todo para que Jessica sirviera a unos clientes especiales.
Después de haberles atendido, con su amabilidad habitual, recogió sus platos y fue entonces que tuvo la sorpresa de su vida.
Del primer cliente había recibido más de 180 euros de propina, del segundo más de 400 euros y del tercero más de 800 euros en propina.
Jessica no podía creer que era cierto, las lágrimas corrieron por sus mejillas de la gratitud por este cambio positivo en su vida, pero esto no era todo.
Kimberly y el animador del programa de televisión se acercaron y le dieron una tarjeta con un saldo de cerca de 10.000 dólares para pagar las noches de hotel cerca de su querido Robert, junto con un nuevo automóvil.
De repente la vida de esta madre de cuatro hijos y un corazón de oro había cambiado por siempre – y por fin pudo pasar mucho más tiempo al lado de su esposo y apoyarlo en su dura lucha contra el cáncer.
¡Qué historia tan maravillosa! Me alegra mucho que Jessica por fin pudiera pasar más tiempo cerca de su esposo en sus tiempos difíciles. Comparte este artículo con tus amigos por Facebook si también te conmueve esta historia.
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