La vida puede ser muy dura para muchos de nosotros sin importar si todavía somos unos niños. Enfrentar desde la infancia la pérdida de alguien tan importante como tu madre es uno de los golpes más duros que puedes sufrir.
Isabella Pieri, de Estados Unidos, perdió a su madre por una enfermedad con tan sólo 9 años y tuvo que salir adelante junto a su papá, que hizo todo lo posible por darle todo lo que necesitaba. Pero había muchas cosas que su padre no podía hacer por ella, como ayudarla a dominar su larga melena pelirroja. Fue una mano angelical la que le terminó echando una mano que sería mucho más para ella que un simple peinado.
Y es que hay historias que demuestran que a veces sólo con estar atentos y dedicar un poco de nuestro tiempo, podemos cambiar la vida de alguien a mejor.
Isabella Pieri tiene 11 años y cada mañana acudía a la escuela con su largo cabello atado en una cola de caballo. No sabía dominar su melena y cuando era pequeña, su padre solía rapárselo al verse incapaz de desenredarlo.
Según relata en un reporte el Washington Post, se había acostumbrado a prepararse sola para ir a la escuela. Pero un día vio a la conductora de su autobús escolar, Tracy Dean, hacer una trenza a una niña de su escuela. Isabella se sintió tan maravillada por su obra que decidió pedirle ayuda.
El pedido de Isabella tocó especialmente el corazón de la conductora del autobús escolar. Ella había sido diagnosticada de un tumor en el seno años antes, y llegó a temer por el futuro de sus propios hijos.
Decidió hacer todo lo posible para que Isabella sintiera que tenía una madre, al menos en lo que respetaba al cuidado de su cabello.
Cada vez que llegaban a la escuela, Tracy dedicaba un rato a trenzar el cabello de Isabella. A veces le hacía dos trenzas, otras una. Isabella siempre esperaba con ganas ver la siguiente creación de Trazy.
El ritual creó un fuerte vínculo entre ambas que fue más allá de un simple peinado. Y es que con un gesto tan simple esta conductora ha dado mucha seguridad a Isabella. Sus profesores aseguran que se ha notado en su autoestima y actitud en clases.
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Por favor, no dejes de compartir el gesto de esta mujer. Es una prueba que a veces no hace falta nada de dinero para transformar este mundo en un lugar mejor. Sólo debemos estar atentos a cómo podemos ayudar, porque todos estamos necesitados de gestos de amor en algún momento.
