Según los informes, una micro bebé prematura nacida más pequeña que una muñeca Barbie y pesando menos de medio kilo y ha podido irse a casa.
The Daily Mirror cuenta que Kallie Bender pesó 369 gramos y que comparando, era del tamaño de una lata de sopa. Nació prematuramente después de una gestación de 25 semanas, y según las fuentes era más pequeña que una muñeca barbie.
Y sin embargo lo que a la pequeña Kallie le faltaba de tamaño, lo compensaba con creces en la lucha y la determinación. A pesar del hecho de que el anillo de bodas de su padre podría caber alrededor de su brazo como un brazalete de gran tamaño, ¡ella lo consiguió!
Registrada como uno de los bebés más pequeños nacidos en el estado de Arizona, Estados Unidos, Kallie desafió las expectativas de los médicos. Ellos no creían que la pequeña pudiera sobrevivir y así se lo comunicaron a sus padres.
De hecho, el personal médico dudaba en exagerar las posibilidades de la bebé, pero mejoró rápidamente hasta hoy y finalmente fue dada de alta del Hospital y Centro Médico Dignity Health St. Joseph en Phoenix.
Con un peso de 3,17 kilos, Kallie ahora va mejorando. Su madre Bender no podría estar más feliz.
Ella dijo a Good Morning America: «Mi pequeña es una luchadora».
«Es un poco agridulce irse. Pero es una pequeña luchadora increíble y estoy deseando ver la personalidad que va a aportar a nuestra familia.»
Cuando Kallie nació prematuramente 15 semanas antes, fue trasladada de inmediato a la UCIN. Allí, tuvo que depender y confiar en una máquina para respirar durante sus primeros meses de vida.
Sus padres cariñosos se quedaron a su lado todo el rato, hablándole y leyéndole, luego la reconfortaron y abrazaron tan pronto como fue posible hacerlo. El director médico de la UCIN, el Dr. Vinit Manuel, les había comentado las pocas posibilidades que tenía Kallie de sobrevivir, pero ellos conservaron la esperanza.
La mamá de la pequeña dijo: «No podría estar más agradecida a todo el equipo médico de aquí y a nuestras tres principales enfermeras.
«Adoran a Kallie y la cuidaron muy bien todos los días que estuvo aquí.»
Gracias a Dios, la pequeña Kallie sobrevivió contra viento y marea. ¡Es increíble lo que una combinación de fe y ciencia puede lograr!
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