No es necesario explicar por qué tantas personas consideran que la muerte es una posibilidad aterradora. Es un paso hacia una gran incógnita y, sin embargo, una envuelta en una certeza validada; todos vamos a morir, simplemente no sabemos cómo ni cuándo.
Un día, hace más de diez años, Kathy Felt escuchó un fuerte golpe en la puerta. Resultó ser uno de sus vecinos.
Había oído que Kathy estaba luchando por su vida, y tenía una idea de cómo podría ayudar. Su propuesta sonaba ambiciosa, pero Kathy, quien tenía pocas opciones, estaba dispuesta a intentarlo.
Kathy sufre de esclerosis múltiple (EM), que con el tiempo puede transformar el cuerpo de alguien en una prisión.
La condición ataca el sistema nervioso central de una persona, incluidos el cerebro y la médula espinal, causando estragos en los nervios e impidiendo que las órdenes nerviosas se transmitan como deberían.
Se llega a un punto en el que un paciente ya no puede moverse en absoluto. Lamentablemente, no existe cura para la EM, solo un tratamiento para ayudar a que la vida con los síntomas sea más cómoda.
Para Kathy, levantarse de la cama sin ayuda era imposible, pero no aceptaba la idea de mudarse a una casa de retiro.
Cuando su vecino vino a tocar su puerta con una idea, ella se mostró escéptica. Ella pensó, sin embargo, que no podía hacer daño dejar que lo intentara.
Cada mañana, sus dos hijos venían a ayudarla a salir de la cama. Sin embargo, las noches eran un problema, ya que a veces ninguno de los dos podía asistir.
La mayor parte del tiempo, Kathy dependía de que alguien más la ayudara. Aquí es donde su vecino, Pugmire, entra en escena.
En la pequeña comunidad de Sandy, Utah, EE. UU., Pugmire logró conseguir a 60 hombres dispuestos a ayudar a Kathy a acostarse por las noches.
Crearon un horario y cada noche dos hombres la visitaban en su casa para ayudarla a acostarse. Sus tareas incluyen organizar las almohadas correctamente y asegurarse de que tenga todo lo que necesita para estar cómoda hasta la mañana.
Kathy no podría estar más feliz por toda la ayuda que recibe. Ella lo describió como un milagro que ella necesitaba desesperadamente.
Mira el video a continuación para ver cómo se desarrolla todo:
¡Ayúdenos compartiendo este artículo para rendir homenaje a los hombres que han ayudado a Kathy a lo largo de los años!
¡Verdaderamente son héroes desinteresados!
