Ser la hermana mayor muchas veces implica muchos beneficios. Como uno es la primera hija uno recibe toda la atención de los padres y la familia, no tiene que compartir a los padres con nadie y por ejemplo no tiene que heredar ropa de los hermanos. Una hermana mayor se convierte en un miembro de la familia muy central.
Pero ser la hermana mayor también implica mucha responsabilidad, ya que la hermana mayor se convierte en el ejemplo de seguir de los hermanos menores y por eso se espera que sea más ordenada, responsable e inteligente.
Ser hermana mayor hasta puede afectar el aspecto y el peso, resulta que la ciencia ha descubierto que ser la hermana mayor puede significar subir más rápido de peso. Un estudio publicado por el Journal of Epidemiology & Community Health ha demostrado que las hermanas mayores tienen una mayor tendencia a la obesidad.
Estudios previos realizados en hombres ya habían observado que existe una mayor tendencia a la obesidad entre los hermanos mayores.
Un investigador quiso comprobar si esto sucedía con mujeres. Empleando datos del registro sueco de nacimiento, el examen se realizó en 13.406 pares de hermanas, hablamos de unas 29.000 participantes.
Tras analizar los datos, los investigadores concluyeron que las hijas primerizos suelen pesar menos cuando nacen, pero cuando llegan a la edad adulta su índice de masa corporal era un 2,4% más alta que la de la hermana pequeña, han reportado varios medios.
Además, tenían un 40% más de posibilidades de ser obesas y un 29% más de sufrir sobrepeso, indicó el estudio.
La tendencia en natalidad de los últimos años, con familias que apenas tienen un hijo, ha dado lugar a otro fenómeno; se está dando una mayor proporción de hijos primerizos en la población mundial.
Pero no hay que alarmarse, ser hermano mayor no implica sólo la desventaja de ser más propenso a la gordura.
Otros estudios realizados comprobaron que los hermanos mayores suelen ser más exitosos académicamente y financieramente.
Por supuesto, en la obesidad contribuyen tanto factores genéticos y de desarrollo, como de hábitos de vida y mucho más.
Pero tener una hermana es uno de los regalos más grandes del mundo, sin importar el aspecto físico. Por nada del mundo cambiaría a mi hermana. Comparte si estás de acuerdo.
