La crueldad de algunos humanos hacia los animales parece no tener límites. Me cuesta creer que alguien pueda llegar a hacer daño a una inocente criatura, pero desgraciadamente casos como estos suceden a diario.
Recientemente llegó a mis oídos esta historia ocurrida en Oaxaca, en México, que realmente me puso los pelos de punta.
Resulta que unos vecinos vieron a un taxista con su familia con algo sospechoso atado en la parte trasera del vehículo.
Cuando estuvo más cerca, apreciaron horrorizados cómo el hombre había atado a un pobre perrito a la parte trasera del coche y lo arrastraba por el suelo.
Estos buenos samaritanos trataron de detenerlo, bloqueando su vehículo. Preguntaron al hombre por qué estaba haciendo tamaña atrocidad; a lo que el taxista les dijo que el perro se había comido una de sus gallinas.
Los vecinos trataron de convencer al taxista de que soltara al perro. “Es inocente”, le decían”, “es un animal, sólo tenía hambre”.
Finalmente, lo soltaron y se lo llevaron a un veterinario, donde le trataron de sus terrible heridas.
Según el veterinario, sufre graves heridas y contusiones por todo el cuerpo, producto de la abrasión sobre el suelo.
El perrito se va recuperando de sus heridas, pero quién sabe cuánto tardará en curar sus heridas psicológicas después de semejante trauma.
Resulta que México es el tercer país con mayor índice de crueldad animal. ¡Por favor, comparte esto para generar conciencia y terminar con este intolerable maltrato hacia nuestros amigos peludos!