Lo he dicho tantas veces y lo vuelvo a decir: Ningunos animales salvajes deben estar en los circos. El tigre bengal Aasha es otro ejemplo más de un animal salvaje que ha sido maltratado en un circo. Pero su historia afortunadamente tuvo un fin feliz, gracias a una organización de animales que la salvó y le dio una nueva vida.
Lee su fantástica historia aquí abajo.
Aasha fue salvada de un circo ambualante en 2011. Ella había vivido toda su vida en una jaula junto con otro tigre, que además la había tratado mal.
El sufrimiento había hecho que Aasha no crecía bien. Auqnue tenía 9 meses pesaba como si tuviera 3 meses. Su pelo se había caído y tenía graves infecciones en la piel.
La organnización de animales la mudó a In-Sync Exotics, que trabaja rehabilitando a felinos que han sido maltratados y que han vivido en cautiverio.
– Dos veces al día entraba donde Aasha y le daba medicinas y la cuidaba, le cuenta Vicky Keahey en In-Sync Exotics a The Dodo.
Vicky además tenía que bañar a Aasha de una forma especial todos los días y esto no le gustaba al tigre. Vicky tenía que correr detrás de ella en la jaula y obligarla a tomarse este baño.
Despúes de 8 semanas de tratamiento el pelo de Aasha empezó a crecer otra vez. Y lentamnete le fueron gustando las bañadas con Vicky.
Con el teimpo Aasha se fue volviendo más y más fuerte. Ahora estaba tan fuerte que Vicky ya no podía estar sentada con ella en la jaula, ahora tenía que jugar con ella desde afuera de la valla.
Después de 8 meses Aasha se veía como un tigre de verdad y había llegado la hora de ver cómo reaccionaba al encontrarse con otros tigres.
El personal decidió presentarle a Smuggler, un macho que necesitaba un poco de compañía. Los pusieron el uno al lado del otro con una valla en el medio para que se pudieran saludar calmadamente. Smuggler se enamoró inmediatamente.
Aunque él era tres veces más grande que Aasha el personal podía ver que se la llevaban muy bien. Así que los pusieron en la misam jaula y Aasha estaba feliz.
Después de unas semans estaban preparados para vivir juntos permanentemente.
Ahora han pasado cuatro años desde que Aasha y Smuggeler se volvieron una pareja y hoy en día nada los puede separar. Aasha está muy bien de salud y ahora le encanta bañarse.
Aasha nunca va ser liberada en la naturaleza ya que creció en cautiverio. Pero ella tiene una buena vida. Y nunca más la van a tratar como lo hicieron en el circo.
NINGUNOS animales deben estar en los circos.
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