Cuando unos vecinos de Los Angeles encontraron a Castiel, pensaron que era sólo un perro vagabundo en un estado lamentable.
Era muy delgado, estaba lleno de piojos y le faltaban trozos de piel. Los residentes pidieron asistencia a un centro de ayuda para animales.
Lo que ellos no sabían y pronto descubrieron es que Castiel no era únicamente un lobo.
Castiel en realidad era un perro híbrido, un perro-lobo gris y blanco. Por este motivo, el refugio para animales a donde lo habían trasladado no podía cuidar a “New Boy”(chico nuevo), tal y como lo bautizaron. Si no hallaban otro lugar tendrían que sacrificarlo.
Afortundadamente, el caso llegó a oídos de la organización Wolf Sanctuary, que dijo estar dispuesta a cuidarlo. Pronto lo trasladaron a Colorado.
Así empezó la historia de este perro-lobo que no sólo encontró un refugio sino a una nueva amistad muy especial.
Castiel fue encontrado vagando por un suburbio de Los Angeles. Tenía una banda alrededor del cuello por lo que los vecinos pensaron que Castiel tenía un dueño.
Su aspecto descuidado y delgadez llevó a que la gente se compadeciera de él y actuara para ayudarlo. Llamaron a un refugio.
Cuando lo llevaron al lugar, los cuidadores allí descubrieron que no se trataba de un perro, sino de un híbrido de lobo de un año de edad. Eso significaba que tenía que ser llevado a un lugar especializado lo antes posible. De lo contrario, Castiel tendría que ser sacrificado.
Pero el caso llegó a oídos de WOLF, un santuario en Colorado a donde fue transferido rápidamente.
Cuando Castiel llegó al nuevo lugar estaba muy asustado, ni siquiera se atrevía a mirar a los cuidadores del zoológico.
Se sentaba encorvado en una esquina y se negaba a moverse.
El personal de Wolf lo intentó todo, pero Castiel no mostraba signos de querer ningún contacto con la gente.
No obstante, lograron meterlo en una bañera para poder darle un baño muy necesario.
Poco a poco, este lindo perro-lobo se fue recuperando. En el centro de rescate se celebró un concurso de nombres y el ganador fue “Castiel”, un personaje de la serie de televisión Supernatural , donde Castiel es un ángel resucitado.
No es difícil saber por qué decidieron llamar así a este perro lobo, su transformación fue espectacular. El pelaje de Castiel volvió a crecer, sus infecciones desaparecieron y también aumentó de peso.
¡Hoy da mucha alegría verlo! Castiel fue introducido en un recinto con otros perros-lobo para hacer nuevos amigos.
Debido a que vivió mucho tiempo solo tras ser abandonado, Castiel era muy tímido al principio. No sabían cómo iba a interactuar con la manada.
Castiel se mostraba muy introvertido, tan sólo disfrutando de la tranquilidad de la naturaleza.
Sin embargo, el personal del Wolf Sanctuary empezó a ver progresos.
Castiel mantiene todo a sí mismo y disfrutaba de la tranquilidad de la naturaleza; cada día que pasaba se volvía más social.
Tras presentarle a varias lobas, como si fuera un sistema de “citas”, se reunió a Castiel con la hembra Tenali, también un perro-lobo, que fue abandonada en el estado de Wisconsin.
Tenali tiene 3 años de edad y es conocida por ser muy cariñosa y energética, además se mostraba muy curiosa con Castiel.
La pareja comenzó a pasar cada vez más tiempo junta.
Michelle Proulx, director del Wolf Sanctuary, explica:
«Al cabo de unos días, Castiel comenzó a darse cuenta de que ella no iba a hacerle daño».
Como si fuera un ser humano, parece que Castiel se tomó su tiempo para abrir su corazón a la persona adecuada. La relación con Tenali le ayudó a recuperarse de un pasado traumático.
Ahora su vínculo crece más cada día y Castiel parece más feliz que nunca.
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