Muchos de nosotros damos por sentado cosas con las que otros sólo pueden soñar, como por ejemplo la salud.
No todas las personas en el mundo han tenido la suerte de llegar a este mundo con todas nuestras capacidades intactas, algunos deben luchar desde muy niños por superar limitaciones.
Pero soy de las personas que creen que hemos venido a este mundo a aprender y que no hay prueba que no se pueda superar sin una fuerza de volunta de hierro y amigos que te apoyen en el camino.
El pequeña Roman por ejemplo, tiene dos años y desde que nació trata de salir adelante a pesar de su espina bífida, que le dificulta el aprender a caminar.
Pero afortunadamente cuenta con una familia (y mascota) amorosa que le ha permitido reunir las fuerzas para conseguir un auténtico milagro.
Los padres de Roman, Whitney y Adan, sabían que su hijo tenía espina bífida desde la semana 20 de gestación. Esta enfermedad afecta el desarrollo de la médula espinal y dificulta el movimiento de distintas partes del cuerpo.
Pero el pequeño Roman tiene una voluntad de hierro y puso todo su empeño en dominar el uso de las muletas.
Un día por fin parece que ocurrió el milagro y la primera reacción del niño, inmerso en su felicidad, fue llamar a su mejor amiga Maggie, la perrita que le lleva acompañando toda la vida.
«¡Mira Maggie, estoy caminando, Maggie!», grita el pequeño Roman Dinkle mientras le muestra cómo da sus primeros pasos por la casa.
No te lo pierdas en el video de abajo.
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Honestamente, se me saltan las lágrimas al ver a este pequeño. ¡Su felicidad es contagiosa! ¿No creen?
Por favor, comparte este maravilloso momento si también te emocionó su sonrisa.