Es difícil saber si esto ha pasado realmente. De todos formas esta historia me ha llegado tanto al corazón que quería compartirla con todos vosotros.
¡Porque aunque no seas un amante de los animales vas a apreciar realmente leer esta historia!
Esto es lo que cuenta la mujer:
Un perro mayor y de aspecto cansado solía visitarme en mi jardín. Como tenía un collar, y en principio se le veía buen aspecto, supuse que tenía una casa y estaba bien cuidado.
Solía acercarse despacio a mí y yo le acariciaba la cabeza. Luego me seguía dentro de casa y venía detrás de mí por el pasillo. Siempre terminaba acostándose en el rincón para finalmente quedarse dormido.
Una hora más tarde se despertaba, iba hacia la puerta y yo le dejaba salir.
Al día siguiente volvía y me saludaba en mi jardín. Volvía a seguirme y como siempre se echaba en su sitio en el rincón.
Dormía una hora y luego se marchaba. Esto sucedió durante varias semanas. Casi cada día venía el perro en busca de su pequeña siesta.
Entonces me picó la curiosidad. ¿Por qué este misterioso perro viene cada día a mi casa en busca de su momento de descanso?
Un día escribí un mensaje en el collar del perro. El mensaje decía lo siguiente:
«Me gustaría saber quién es el dueño de este maravilloso y cariñoso perro. Me gustaría preguntarle si sabe que su perro viene cada día a mi casa para echarse una siesta».
Me quedé esperando una respuesta a mi mensaje.
Y al día siguiente cuando el perro volvió a mi casa para su rutinaria siesta, vi que tenía un mensaje en su collar.
”Vive en nuestra casa, tenemos 6 hijos de los cuales dos tienen menos de 3 años de edad. Trata posiblemente de descansar y recuperarse del cansancio acumulado. ¿Puedo acompañarle yo también mañana?
El pobre perro estaba agotados, y todos los que tienen hijos lo podrán entender. ¡Comparte esta divertida historia!