Desafortunadamente, hay un mal cruel en este mundo que envenena la mente de algunos y los hace cometer actos terribles.
Jared Twedell fue testigo de ello, cuando un animal inocente fue condenado a una muerte segura en las vías de un tren.
Todo comenzó cuando Jared conducía hacia su centro local de reciclaje y de repente vio algo realmente increíble ante sus ojos.
”Hay unas vías de tren cerca del centro de reciclaje de basura y antes mis ojos vi moverse algo en un segundo», cuenta Jared Twedell a The Dodo y continua:
«Pensé que había un ciervo en las vías del tren».
Jared decidió silbarle al animal para que con el ruido se asustase «el ciervo» y saliese de esa zona de peligro.
Pero el animal no se movía y cuando Jared miró más de cerca se dio cuenta de lo que realmente era. No se trataba de un ciervo – sino de otro animal.
Jared vio que era un perro atado a las vías del tren y no podía huir de allí.
”Me quedé en shock”, comenta Jared.
El perro trataba de acercarse a Jared y se movió rápidamente pero la cuerda le impedía el movimiento.
Jared sabía que los trenes pasaban a menudo por este lugar, pero no tenía ni idea de cuando llegaría el próximo tren y de cuando tiempo disponía para salvar al perro.
Pero sabía que debía tratar de hacer todo lo que estuviera en su mando para sacarle de allí.
Jared saltó del auto y corrió hacía las vías del tren para tratar de ayudarle.
«El perro estaba muy asustado» cuenta Jared.
”Tenía miedo que no me permitiera acercarme a él. Entonces haciendo un gesto amable le dije » ven aquí amigo».
Pero estaba perfectamente atado
De inmediato el perro comenzó a mover el rabo. Y entonces Jared entendió que el animal quería ayuda y que se pondría contento si alguien se acercaba.
Jared vio que el perro estaba sediento y muy débil. Hacía mucho calor y era obvio que alguien le había dejado allí para que muriera.
”La cuerda estaba bien atada como si alguien hubiera sujetado con fuerza un bote en el embarcadero», cuenta Jared.
”Alguien había actuado de manera completamente intencionada. Y esto me revolvió el estómago».
Jared Twedell consiguió finalmente liberar al perro y llevarle a un sitio seguro donde no pasara ningún tren.
Y luego decidió que el perro debía tener una nueva familia que le quisiera y le cuidara.
Subió al animal, a quien le puso por nombre Train, a su auto y le condujo a su hogar.
Cuando llegaron a casa, la familia Twedell decidió que Samson era un nombre mejor.
Samson recibió un buen baño y luego conoció a las demás mascotas de la familia: dos perros adoptivos, algunos gatos y un enorme conejo belga.
Sus nuevos amigos recibieron a Samson con los brazos abiertos.
”Todos se llevaban a la perfección. Todo lo que hicieron en cuando llegó Samson a su nueva casa era jugar y jugar», cuenta Jared.