La muerte es algo en lo que muchos de nosotros no queremos pensar. Pero si supieras que te llega la hora. ¿Tendrías un último deseo?
¿Querrías ir a un último lugar especial antes de irte? ¿Quizás ver a tu esposo o marido, a tus hermanos o a tu ser querido por última vez?
¿Qué tal la mascota de la familia? Para muchos de nosotros, los vínculos que tenemos con nuestra mascota es tan fuerte como la que tenemos con los humanos. Aun así muchos hospitales no aceptan su visita, incluso cuando el dueño está en su lecho de muerte.
Para algunos enfermos terminales decir adiós a su amigo peludo es difícil y casi imposible. Esto es trágico, porque tendría que haber una manera en que las mascotas se encuentren con sus dueños por última vez sin poner en peligro a otros pacientes.
El año pasado, un usuario de reddit llamado Mellifluous_Username compartió una historia sobre el último deseo de su esposa moribunda, y aunque es un poco vieja, vale la pena compartir esta historia.
El hospital donde estaba su esposa no permitía la entrada de perros, pero cuando ella le pidió ver a a su perrita Bella una vez más, el hombre hizo todo lo que estuvo en su mano. ¡Lee la historia de abajo!
«Mi esposa estaba en el hostpital después de una cirugía invasiva, que tras varios días parecía no daba buenos resultados. La prognosis no era buena. Era capaz de hablar pero no de comer o beber, y dependía compeltamente de su alimentador artificial y sus pastillas para el dolor. En un moment en el que pudo hablar claramente, me convenció para meter a su perra en una habitación privada para poder verla por última vez».
Nuestra perra, Bella, es una pastor australiana de 20 kg y resulta que cabe perfectamente en una maleta normal. La metí dentro, con la cremallera sin cerrar y la puse en el coche. Cuando llegué lal hospital le expliqué que abriría la cremallera en unos minutos para que pudiera ver a su madre».
«Increíble, nunca gimió, ladró o se quejó. Cuando pasé por la oficina de las enfermeras les dije que llevaba cosas para que mi esposa estuviera más cómoda. «Sin problema», dijeron.
Cuando entramos en la habitación, mi esposa estaba dormida. Abrí la cremallera y Bella inmediatamente saltó a la cama y feliz se puso en su pecho, de alguna forma evitando los cables del alimentador artificial. Ella se colocó donde pudiera ver directamente los ojos de mi esposa y se quedó completamente quieta, hasta que 20 minutos después mi esposa se levantó y empezó a quejarse de dolor.
Bella inmediatamente empezó a lamerla y a gemir suavemente, como si supiera que al ladrar se descubriría. Mi esposa la abrazó por casi una hora, sonriendo todo el tiempo. Nos descubrió una enfermera quien quedó conmovida y prometió no decir nada. Cuando mi esposa volvió a dormirse metí a Bella de nuevo en la maleta y ella obedeció.
Mi esposa murió días después y ahora, siempre que tomo una maleta (cualquier maleta), Bella cree que la verá de nuevo».
Estamos tan felices de que la esposa de este hombre consiguiera ver a su amada Bella una vez más antes de morir. Todos deberían cumplir su último deseo sin tener que engañar a nadie.
¡Si quieres, comparte esta conmovedora historia con todos los que conozcas si entiendes la importancia de los perros en nuestra vida!