En al mitad del bosque en Nueva Zelanda uno encuentra la casa de Brenda Kelly. Él vive en un container de 10 metros cuadrados y ahí tiene todo lo que necesita. Además se preocupa mucho por el medio ambiente, por ejemplo tiene paneles solares que le dan electricidad.
Cuando uno ve el container desde afuera se ve como un container normal. Pero por dentro es una minicasa lujosa. Cada milímetro está planeado para utilizar el espacio a lo máximo.
Brenda tiene una cocina, un baño, un sofá grande y un escritorio. Y la cama la tiene debajo del sofá.
En la casa hay tres ventanas y una puerta de vidrio para que entre mucha luz.
Quedo impresionada de todo lo que uno puede hacer en un espacio tan pequeño. ¡Yo pudiera vivir acá!
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