Cuando Olivia, de 9 años, iba camino de su escuela de baile, un día a mediados se septiembre, un desconocido, un hombre de edad avanzanda, se le acercó y comenzó a hablarle. Aunque su madre intentó alejarla del hombre, éste las siguió y se montó en el mismo autobús que ellas.
Entonces un compañero de viaje decidió intervenir.
– Lo único que pensé fue: "tengo que salvar a esta niña", dice Haitham, de 34 años.
Eva Sterling y su hija de 9 años, Olivia, iban a tomar el autobús para ir a la escuela de baile de la niña, en la ciudad de Gotemburgo – en Suecia -, cuando un desconocido, de repente intentó frotarse contra su hija.
Olivia intentó alejarse pero el hombre no se daba por vencido. Ni siquiere cuando Eva se puso entre Olivia y el hombre, éste paró de lanzarse hacia la niña.
El hombre incluso se subió al mismo autobús al que se habían subido ellas y continuó persiguiendo a Olivia. Entonces otro hombre, que viajaba en el mismo autobús, les ofreció su asiento y les dijo que las iba a proteger.
El héroe era Haitham Obaid Aljararwah, de 34 años, una asistente personal que iba de camino a su trabajo.
– Yo vi que la madre y la hija estaban asustadas e intentaban evitar al hombre. La madre comenzó a enfadarse y golpeaba las ventanas y los asientos. El hombre miraba a la niña todo el tiempo, cuenta el chico.
Haitham tuvo la ayuda de otros hombres jóvenes que iban en el autobús y estaban siendo testigos de todo. Juntos consiguieron alejar al hombre de Olivia hasta que ellas se bajaron del autobús.
Entonces Haitham bajó con ellas para asegurarse de que las dos estaban bien.
Después de lo ocurrido Olivia se ha sentido mal y nerviosa. Eva ha denunciado lo ocurrido a la policía, pero aún no han podido detener a nadie.
Eva está muy agradecida a Haitham y los demás hombres que las ayudaron. Después de haber intentado localizarlo otra vez por semanas, por fin ha podido contactar con Haitham y darle las gracias. Pero Haitham dice que lo que él hizo es lo que había que hacer.
– No hay que dar las gracias. Es lo que una persona debe hacer por sus semejantes, afirma el chico.
Es cierto que es lo que todos deberíamos hacer, ayudarnos los unos a los otros, pero aún así, el gesto de este chico se merece toda mi admiración y reconocimiento.
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