Joseph Quinn, policía, fue recientemente a una pizzería en New Jersey, EEUU.
Cuando iba a pagar su comida ocurrió algo inesperado - le dijero que todo estaba ya pagado.
Se quedó sorprendido y agradecido por este amable gesto. Pero no tenía ni idea de quién podía haberle pagado la pizza ya que la persona se mantuvo en el anonimato.
Pero como era policía evidentemente no se quiso quedar sin saberlo y decidió investigar al respecto.
Su objetivo era encontrar a su misterioso benefactor.
Finalmente consiguió lo que buscaba. La verdadera benefactora era una niña de ocho años, Mikayla Raji. Sabía que la niña vivía por el barrio aunque no se conocían personalmente. Pero cuando Mikayla vio a Joseph en la pizzería esa noche, lo saludó. Luego preguntó a su madre si podía pagarle al policía la comida, o quizá no le preguntó nada, Mikayla se salió con la suya en todo caso.
Parece ser que en el corazón de Mikayla había un hueco para el policía - y la razón era muy profunda, y mucho mayor de lo que Joseph jamás se hubiera podido imaginar.
Parece que el papa de Mikayla murió en servicio antes de que ella naciera. Era también policía.
En casa se ha conservado el despacho del papá tal y como él lo tenía.
Joseph fue a casa de Mikayla para darle las gracias y desde entonces son amigos. En la estación de policía del barrio se ha abierto una cuenta para recaudar dinero destinado a la escolarización de la niña. Mikayla comentó que cuando vino Joseph a verla, es como si viera a su padre.
– Me recuerda un poco a mi papá. Él también era policía, dijo Mikayla a Fox 29.
Esta historia me ha llegado al corazón. ¡Compártela si te gustado!
