Celebrar la diversidad y las diferencias entres personas en el mundo debería ser algo aceptado con naturalidad, sin importar el país o la sociedad en la que se viva.
De hecho, ¿no sería el mundo muy aburrido si todos fuésemos y actuásemos de la misma forma? Yo creo que sí.
Son muchos los lugares y entornos en los que se ha trabajo mucho, en los últimos años, para fomentar la inclusión de todos por igual. En algunos ha funcionado mejor que en otros, cierto, pero el mensaje es claro: solo porque una persona sea diferente de lo «normal», no significa que no sean capaces de fantásticas cosas. Si no, que le pregunten a Kennedy García, una chica a cuyos padres recomendaron que fuese ingresada en una institución cuando era solo una recién nacida. Kennedy, de Colorado Springs, en el estado americano de Colorado, tiene Síndrome de Down y, según Metro, los médicos le dijeron a su madre que no tendría una buena calidad de vida.
Se temían que tendría que usar pañales de adulta, y lo mejor para ella sería que la llevasen a una institución especializada por su propio bien.
La mamá de Kennedy, Renee, optó por echarlos a todos de la habitación. No iba a abandonar a su bebé, y el tiempo ha demostrado que fue más sabia que todos los médicos que la aconsejaron.
Hasta el día de hoy, Kennedy ha participado en competiciones nacionales de baile y ha trabajado como modelo para grandes marcas de los Estados Unidos. Kennedy luchó también contra el cáncer y ganó la batalla contra la leucemia, con una voluntad de hierro y gran valentía.
Renee dijo a Metro: «La noche en la que Kennedy llegó, me quedé con el corazón roto tras conocer su diagnóstico, porque lo único que sabía eran cosas negativas, los médicos y las enfermeras solo me pintaron un panorama muy sombrío, pero ellos no tenían ni idea de hacia dónde se iba a encaminar el futuro de mi hija.
«Fue solo la noche siguiente cuando una comadrona me habló de lo bonita que era Kennedy, exactamente como su hija, que también tenía la misma condición, cuando sentí un rayo de esperanza.»
«Lo primero que le pregunté era si su hija podía andar, porque realmente no sabía a lo que enfrentaba, y ella se echó a reír. Su hija tenía 16 años y por supuesto que podía caminar.»
Kennedy ha demostrado que los obstáculos están ahí para romperlos. La joven han posado para American Girl y Justice Clothing y ha firmado con KMR Diversity y Dream Talent Management.
Viaja con periodicidad a Hollywood y New York para castings y trabajos como modelo, pero también disfruta pasando tiempo con su novio, Matthew, quien también tiene Down syndrome.
Sobre los médicos que querían llevar a Kennedy a una institución, Renee tiene solo una opinión.
«Es increíble lo desinformados que estaban, y hace solo 15 años,» cuenta la madre. «Me entristece haber perdido el tiempo pensando en momentos como la compra del vestido de graduación, que me hicieron creer que nunca tendría».
Renee y Kennedy ahora dedican parte de su tiempo a ir de gira por colegios para educar a niños, de todas las edades, sobre lo que es el síndrome de Down, y cómo pueden apoyar a personas que tienen esta condición. Kennedy está ganando rápidamente seguidores en redes sociales, ya cuenta con casi 70.000 seguidores en Instagram.
«Estamos muy orgullosa de ella y de todo lo que ha conseguido,» Renee explica a Metro. «Es una chica fantástica y somos muy afortunados de tenerla en nuestras vidas.»
Qué brillante historia de futuro de una chica que no ha permitido que nada se interponga en su camino. La historia de Kennedy me ha sacado una gran sonrisa – le deseamos lo mejor en su camino.
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