Esta es una de esas historias que nos llenan el corazón de alegría y esperanza, porque aunque el hombre es capaz de hacer cosas realmente terribles también es capaz de tener gestos absolutamente maravillosos.
Esta historia de solidaridad tuvo lugar en Córrego da Jutinga, una zona rural en Alto Jequitibá, en Brasil. En esta localidad, la comunidad quedó conmovida por los problemas que afrontaba una pareja de agricultores y decidieron hacer todo para ayudarles.
Según informó el portal brasileño razonesparaacreditar, Adauto y doña Josiane tuvieron que dejar abandonados sus campos de café para cuidar de sus dos hijas, de 7 y 13 años, que sufren de un problema cardíaco congénito.
Se tuvieron que mudar
Para tratar a las dos niñas, la familia tuvo que trasladarse a la capital de Minas Gerais, por lo que debieron dejar los campos de café de los que dependen para vivir.
Sin embargo, la comunidad no iba a permitir que la familia perdiera su cosecha. De repente, familiares y amigos movilizaron a más de 100 personas para que trabajaran en los campos.
12.000 cafetales
Los hombres trabajaron duro para arar y abonar los 12.000 cafetales que tiene la familia, mientras las mujeres prepararon comida para todos.
Gracias a su ayuda, en menos de una hora el trabajo estaba hecho, toda la plantación fue cosechada.
“No tengo palabras para agradecer tanto cariño. Sin la bendición de Dios y sin el apoyo de estas personas, no podríamos superarla”, dijo Josiane.
Mucho apoyo
La cosa no se quedó ahí porque en Belo Horizonte la familia también recibió el apoyo de familiares y amigos que les dieron alojamiento y transporte para el tratamiento de Larissa, la hija mayor y la que se encuentra en estado más grave.
Ambas niñas tienen un problema congénito en el corazón que impide que la sangre bombee al cuerpo, lo que causa arritmias y otros problemas.
Por otro lado, también tienen una miopatía que provoca debilidad en sus brazos. Larissa es la que necesita más tratamiento y de hecho deberá someterse a un trasplante de corazón.
No es la primera vez que los vecinos de esta comunidad de agricultores demuestra su solidaridad. Otro productor también recibió el apoyo de todos cuando tuvo que cuidar a su hijo enfermo de cáncer. En sólo tres días un grupo de hombres cosechó unos 1000 granos de café de las tierras del agricultor.
Cada vez que alguien cae en desgracia y necesita ayuda, ahí está toda la comunidad para apoyarle.
¡Qué hermosa historia de solidaridad! Esperamos de verdad que las hijas de Adauto y Josiane se curen pronto y esta familia pueda seguir adelante. ¡Comparte esto si también te emocionó la bondad y generosidad de estos hombres y mujeres que volcaron todo su esfuerzo en ayudar sin pedir nada a cambio!