Todos necesitamos amigos en nuestra vida. Cierto que algunos los vemos más que otros, e incluso si pasáramos mucho tiempo sin verlos, un verdadero amigo siempre está ahí, para lo bueno y para lo malo. Algunas amistades son literalmente de por vida.
Por este motivo la abuela Amelia quedó devastada cuando nadie se presentó a la fiesta de cumpleaños de su nieto de 9 años, a pesar de que había invitado a 12 amigos.
Sin embargo, la historia dio otro giro. Pocos días después, el cartero llegó a la casa del pequeño Gerald Hamilton con una bolsa grande.
Gerald Hamilton había esperado con muchas ganas su noveno cumpleaños. Con la ayuda de su madre, había preparado y enviado invitaciones para la fiesta. No sabían que el día no iba a terminar como estaba previsto.
Nadie apareció
A pesar de que Gerald invitó a 12 de sus amigos de segundo grado, ninguno de ellos se presentó a su fiesta.
«Nadie vino,» explicó su abuela Amelia a CBS News. «Es solamente un niño que quiere tener amigos con quien jugar.»
Cuando le pregunté como se sentía el día de su fiesta, Gerald dijo simplemente: «triste».
Cuando Gerald era más pequeño, tuvo que someterse a intervenciones quirúrgicas en su cerebro. Tiene un cierto retraso, y por ello suele aprender las cosas más lentamente que los demás compañeros de clase. Sin embargo, para Amelia, esto solo lo hace más único.
Sorprendido con regalos
Como nadie se presentó al cumpleaños de su nieto, Amelia se enojó tanto que escribió una larga publicación en Facebook.
No sabía que su publicación se compartiría con muchas personas y ello daría un giro total a la historia. Es decir literalmente cambiarían las cosas.
Cientos de personas en todo el país enviaron tarjetas de felicitación y juguetes a Gerald. Famosos deportistas enviaron sus mejores deseos, invitando a Gerald a los partidos para que pudiera disfrutar de una celebración de cumpleaños en toda regla.
Gerald decidió donar lo recibido
En poco tiempo, la casa de Gerald se transformó en un lugar lleno de juguetes. ¡No tenía espacio para albergar todos estos regalos nuevos! Entonces, su bondadoso corazón ideó un bello plan…
Este niño especial comprendió la importancia de compartir y hacer que los demás se sintieran felices.
Gerald supo de un colegio para niños con necesidades especiales por su barrio.
Donó todos los juguetes
El niño de 9 años decidió ir a ese colegio y donar los juguetes que había recibido de desconocidos amables y compasivos.
«Disfrutad de los regalos,» dijo Gerald a la clase.
Poco importa nuestro aspecto físico, nuestra religión, o nuestra creencia política, al final del día, un amigo es un amigo.
Gerald ya se dio cuenta a los nueve años de lo que a algunas personas no aprenden en toda la vida. Sus acciones son un ejemplo y ciertamente se puede aprender de ellas.
Comparte este artículo para elogiar el maravilloso gesto de este joven Gerard. ¡Es un verdadero amigo!