En un mundo que muchas veces no es nada seguro y el amor brilla por su ausencia, uno se siente especialmente feliz cuando ve que hay personas luchadoras y llenas de fuerza y buenas intenciones, capaces de hacer nuestro planeta un lugar un poco más agradable en el que vivir.
Jadav Payeng creció en los alrededores del río Majuli, en India.
Hubo un tiempo en el que ese lugar era un oasis verde, poblado por un denso bosque. Pero a medida que el hombre fue talando árboles para su propio beneficio, gran parte de las plantas y animales que en él vivían, fueron desapareciendo.
Hace 37 años Jadav decidió que tenía que hacer algo. En 1979 plantó su primer árbol en un terreno desierto del Majuli, algo que ha seguido haciendo desde entonces.
Hoy, ese terreno baldío se ha transformado en un frondoso bosque, el doble de grande que el Central Park de Nueva York.
Ese paisaje un día desierto recuerda hoy más a un paraíso tropical, y con la vuelta de la vegetación, también han vuelto los animales.
Hay ahora mismo elefantes, tigres, rinocerontes y ciervos que tienen allí su nuevo hogar.
Gran parte de la isla de Majuli eran terrenos de arena estéril que fueron expuestos a la erosión, pero gracias a lo que fue plantando Payengs, ahora se ha convertido en un frondoso bosque.
Según Payeng ha sido un sueño recuperar las marvillosa naturaleza que un día poblaba Majuli.
Gracias a Jadav Payeng existen hoy 550 hectáreas de bosque e intensa vida animal con elefantes, ciervos y tigres.
El documental «Forest man» consiguió el premio al mejor documental en el Festival de Cine de Cannes, y en él se cuenta la historia de Jadav.
Si hay una persona que se merece nuestra admiración y respeto es éste hombre.
Comparte esta fantástica historia para que todos puedan conocer la maravilla que consiguió Jadav.