Lexie es una niña con parálisis cerebral que, debido a su enfermedad, no puede hablar ni caminar.
Su familia siempre la ha cuidado con amor y dedicación, pero pocos esperaban que un día sería Lexie la que, gracias a su rápida acción, cuidaría y salvaría la vida del miembro más pequeño de la familia, su hermano de 18 meses Leeland.
Era el día del cumpleaños de Lexie y toda la familia se disponía a celebrarlo, reportó la cadena CVT Atlantic.
Esperaban invitados, y su madre, Kelly Jackson, fue escaleras arriba para cambiarse de ropa y prepararse para la fiesta.
Mientras la madre se cambiaba, su abuela Nancy Comeau-Drisdelle trajo a Leeland, de 18 meses, que se acababa de despertar de la siesta.
Nancy se fue después a la cocina para terminar de preparar todo para el cumpleaños.
Pero ahí es donde empezó a tener lugar el gran drama. Lexie, que estaba en su silla de ruedas, vio cómo el pequeño Leeland abría la puerta del jardín y salía a la jardín.
Lexie entendió enseguida el peligro, la familia tenía una piscina y el niño iba directo hacia ella.
Ahí es cuando Lexie, que no puede hablar, empezó a hacer de todo para llamar la atención. Gritó y movió su silla hasta que la oyeron. Ella apuntó hacia la puerta y corrieron afuera para ver lo que estaba indicando.
La madre encontró a Leeland en una esquina de la piscina y lo sacó inmediatamente. Cuando lo llevaron a urgencias, comprobaron que había tragado un poco de agua, pero estaba fuera de peligro.
«La abracé, lloré y todavía le agradezco cada día, porque, honestamente, en estos asuntos dos segundos hacen una gran diferencia», explicó la madre a CTV Atlantic.
Gracias a su hermana mayor, Leeland se salvó de peligro. Lexie recibió un premio de la Policía Regional de Halifax por su heroismo.
¡La rápida acción de Lexie hizo una gran diferencia! No quiero ni pensar lo que habría pasado si ella no hubiera intervenido tan rápido. ¡Por favor comparte esta historia para honrar su heroismo!