Uno suele decir que los los niños son divertidos y siempre dicen la verdad. Ellos tienen una capacidad de decir las cosas más fantásticas en todas las situaciones, en la casa como en el colegio.
Ser profesor a veces puede ser difícil y uno se frustra, pero eso hace parte del trabajo.
Pero cuando este niño respondió de una forma muy tonta a una pregunta bastante simple la profesora se hartó.
Pero no se había esperado la respuesta al final…
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La profesora: ”¿Si te doy dos gatos, dos gatos y dos más… entonces cuántos gatos tienes?
Juan: «¡Siete!»
La profesora: «No, escucha bien ahora… Si te doy dos gatos y dos gatos y luego dos gatos más, ¿entonces cuántos tienes?»
Juan: «¡Siete!»
La profesora: «No. Entonces déjame explicarlo un poco diferente… Si te doy dos manzanas, luego dos manzanas y aún dos manzanas, ¿entonces cuántas tienes?
Juan: «¡Seis!»
La profesora: «Ahora sí! Y entonces ahora: Si te doy dos gatos, luego dos gatos y luego dos gatos más. ¿Cuántos gatos tienes?»
Juan: «¡Siete!»
La profesora: «Juan, por Dios, ¿!de dónde sacas el número 7?!»
Juan: «¡Pues ya tengo un maldito gato en la casa!»
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