No hay peor crimen que aquel que se produce contra seres inocentes e indefensos, como esos niños pequeños que caen en manos de personas enfermas mentalmente, criminales.
Lo más triste es cuando esos abusadores a menudo son miembros de la misma familia, incluso su propia madre.
Recientemente, un caso dejó conmocionada a mucha gente en Argentina: la terrible historia de Dylan Uriel Marchionif, un niño de 6 años que murió a manos de su propia madre y su padrastro.
Según reportó la cadena de noticias argentina TN, Dylan Uriel Marchionifm, de tan sólo 6 añitos, llegó muerto al Hospital Eduardo Oller de Solano.
Los médicos comprobaron que tenía varios huesos rotos e incluso señales de que lo habían quemado con agua hirviendo.
Su madre y padrastro dijeron a las autoridades que se lo encontraron así en su apartamento en la localidad de Claypole.
Aseguraron que lo hallaron en el suelo, con todas esas heridas y con el documento de identidad entre las piernas.
Además, añadieron que el niño ni siquiera vivía con ellos, sino con unos tíos.
«No hacía caso”
Pero tras los exámenes médicos y testimonios registrados por la policía, la pareja terminó confesando que lo mataron porque “no hacía caso”.
Dylan era víctima de violencia física y psicológica hasta tal extremo que terminaron con su vida.
No puedo creer que alguien pueda sujetar a tremendo maltrato a su propio hijo, de verdad que nunca entenderé cómo alguien puede hacer algo así.
¡Pero también es horrible que gente que era testigo de estos abusos no hiciera nada! ¡Ellos son cómplices de lo que pasó!
Por favor, comparte esta historia para concienciar contra el abuso infantil, para que nadie se queda callado ante estos casos. Nunca se sabe cuándo esto podría salvar la vida de un niño o niña víctima de la violencia.