Creo que todos estamos de acuerdo en que los dueños de animales ven a su mascotas como un miembro más de la familia. Y verlos enfermos y viejos nos da mucha pena.
Cuando llegan a una avanzada edad y se comienzan a sentir muy mal, muchas personas piensan que es mejor sacrificarlos y acabar así con su dolor, peor aún así es una decisión difícil.
Y eso fue lo que sintió Tawny Coates, cuando su querida perra, una bóxer llamada Zoey, enfermó.
Zoey tenía casi 10 años cuando desarrolló un tumor en la espalda y comenzó a tener calambres.
La familia Coates entendió que iba a tener que decir adiós a Zoey. Estaba muy enferma y parecía que el final estaba cerca.
Pero como a Tawny le costaba tanto decidirse a llevarla al veterinario por última vez, le pidió a su padre si podía llevarla él.
Tawny se despidió de su querida perrita y se la llevó a su padre. La familia pagó una importante cantidad a la veterinaria para que la durmiese para siempre y la cremasen. La veterinaria incluso le mandó una tarjeta de condolencias a la familia, que llegó por correo unos días después.
La familia estaba angustiada y los niños lo llevaban especialmente mal. Seis meses después Tawny comenzó a buscar un nuevo perro, una forma de llenar el vacío en sus corazones, aunque ningún otro iba a hacerles olvidar a Zoey.
Ella sabía que quería un bóxer, y empezó a mirar en una página de Facebook que trabaja para encontrar nuevas familias para perros bóxer abandonados.
Pero cuando estaba mirando la página, vio algo que hizo que se le parase el corazón.
¡En una de las fotos vio a Zoey! Tras la primera impresión, pensó que eso no era posible, que se estaba volviendo loca.
Volvió a mirar con detenimiento. Y Tawny comenzó a sentirse más y más segura de que se trataba de su Zoey.
Las fotos de la perrita habían sido tomadas en la consulta de la veterinaria, según pudo apreciar. En la publicación ponía que la perrita necesitaba una adopción urgente.
La familia contactó con la veterinaria para preguntarle qué había pasado realmente.
Y es aquí donde la historia toma un diferentes direcciones ya que hay varias versiones de lo que había ocurrido. Según la veterinaria, Mary Smart, ella le dijo al padre de Tawnys que la perrita no necesitaba ser sacrificada.
La veterinaria le dijo que les recomendaba una operación, pero el padre insistía en que fuese sacrificada. El padre dice que esa conversación nunca tuvo lugar, según el canal de noticia WPTV.
Mary Smart dice que quería salvar a la perra y usó el dinero para operarle el tumor.
Lo único de lo que se arrepiente ahora es de no haber contactado con la familia Coates para contarle lo que había pasado.
Después de dar muchas vueltas, Zoey se ha vuelto a reunir con su familia y ahora está sana y feliz.
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Es difícil saber lo que de verdad pasó, pero si la versión de la veterinaria es cierta, ¿por qué le mandó a la familia una tarjeta de condolencias? Pero eso ya da igual, prefiero centrarme en que ahora Zoey está bien y con su familia. ¡Comparte si tú también te alegras por ella y su maravillosa familia!
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